desde 1800 hasta 1851
cruce de los Andes
 
 
Hacia la Navidad, habían concluido los preparativos. Tal como lo hiciera antes Belgrano, San Martín dejó su bastón de mando a los pies de la Virgen, jurando sus hombres fidelidad a la bandera. Y, el 18 de enero de 1817, se puso en marcha la primera fracción de aquel ejército, a cargo de Las Heras. Al día siguiente se movió el grueso de la expedición, a las órdenes de San Martín. Tenían delante la cordillera inmensa y se disponían a atravesarla.

El cruce se realizó por el Paso de los Patos, frente a San Juan, y por el de Uspallata, en Mendoza. Pero, antes y después de concluirlo, varias partidas tuvieron escaramuzas con otras enemigas en Picheuta, Potrerillo, Guardia Vieja, Achupallas y Las Coimas.

La empresa emprendida por San Martín, al cruzar los Andes con un gran ejército, se cuenta entre las más notables de la historia militar y aún resulta de cita obligada para quienes estudian esa materia.

No es necesario contar con una imaginación muy viva para representarse el extraordinario espectáculo que debieron ofrecer las columnas patriotas, estirándose por las quebradas y progresando junto a los desfiladeros del imponente macizo, montadas, a pie, con los caballos y mulas de la brida, arrastrando sus cañones, azules los uniformes, rojas las bocamangas, pardos los ponchos contra el blanco enceguecedor de las nieves eternas, envuelto el avance por las rachas de viento helado, animándose los hombres con cantos y gritos de coraje bajo el centelleo de las armas.

San Martín montaba un tordillo.