Citas
La comuna iniciadora

 

(1) Las primeras noticias de la abdicación del rey don Carlos IV, del motín de Aranjuez, del cautiverio de don Fernando VII y de la proclamación de don José Bonaparte en Bayona en su calidad de rey de España e Indias, llegaron a Buenos Aires a fines de Enero de 1808. Y en Agosto del mismo año llegó a Buenos Aires, en calidad de enviado diplomático de Napoleón, Mr. Claudio Bernard, Marqués de Sassenay, con la misión de agregar al trono de José Bonaparte las comarcas del Río de la Plata. Esta negociación que no entra en el marco de este trabajo, ha sido estudiada en la Historia Civil por Funes, tomo III, páginas 467 y siguientes, en la Evolución Republicana durante la revolución Argentina, por Saldías, páginas 34 y siguientes. Todas las incidencias de la tal negociación pueden verse en el libro Napoleón I et la fondation de la République Argentine, por el hijo del Marqués de Sassenay.

(2) Véase Memoria del virrey Ceballos a su sucesor Vértiz. En la Revista del archivo de Buenos Aires por Trelles, tomo II, página 425.

(3) Aguado: Política Española. Véase ley 1ª, título 14, libro 8. Ley 1ª, titulo 14, libro 9. Ley 31, título 42, libro 9. Recopilación De Indias.

(4) Manuel Ricardo Trelles. Registro Estadístico, tomo I, año 1859.

(5) Véase Trelles;Revista del Archivo General de Buenos Aires, tomo I, página 411.

(6) Historia civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán, por el Deán Funes, tomo II, página 320 y siguientes. Historia de la conquista del Paraguay, etc., por el padre Lozano, tomo III, página 392.

(7) Memoria del virrey Vértiz. Revista del Archivo General de Buenos Aires, tomo III, página 347 y siguientes.

(8) Memoria del virrey Vértiz a su sucesor el Marqués de Loreto. Revista del Archivo general de Buenos Aires, tomo III, página 433 y 438.

(9) Memoria del Marqués de Loreto a su sucesor el virrey don Nicolás de Arredondo. Revista del Archivo general de Buenos Aires, tomo IV, página 376 a 385.

(10) Véase Enseñanza superior en Buenos Aires, por Juan M. Gutiérrez, página 318.

(11) Informes del Cabildo Eclesiástico y del Cabildo Secular de Buenos Aires al gobernador del Río de la Plata, sobre el destino que debe darse a las fincas de temporalidades y sobre el establecimiento de un colegio y de una Real pública Universidad. Diciembre 5 de 1771. Véase Enseñanza superior citada, por Juan María Gutiérrez, página 350 a 390.

(12) Memoria del virrey Vértiz a su sucesor el Marqués de Loreto. Véase Revista del Archivo general de Buenos Aires, tomo III, página 291.

(13) Repertorio Americano, tomo I, página 232.

 

La crisis orgánica (1819-1820)

 

(1) Les six derniers mois de l'Amérique et de Brézil, páginas 20 y 124, edición París-1818.

(2) Obra citada, página 137.

(3) La verdad es que el gobierno Directorial llegó a creer que la unificación y felicidad del país se obtendría con la Monarquía, y que a esta forma de gobierno se inclinaban casi todos los prohombres del partido Directorial. Desde el año de 1813 ese Gobierno venía negociando alternativamente con aquellas cortes el establecimiento de la Monarquía en las Provincias Unidas por medio de la coronación de un príncipe de las familias reinantes a la sazón en Europa. Belgrano, Rivadavia, Sarratea, Gómez y García no tuvieron otra misión en Francia, Inglaterra, España y Portugal. Y aun después de derrocado el Directorio, los Directoriales que recobraron el gobierno en el año de 1821, reanudaron esas negociaciones con los comisionados regios de España, rindiendo pleito homenaje a la Monarquía en documentos reservados que, por su redacción y por la forma en que se consignan los hechos, con perfecto conocimiento de éstos, revelan una injerencia que no se desvirtúa con la tacha ligera de apócrifos, que les opusieron, después del tiempo, los mismos que los subscribieron. Como tal estudio, tan interesante como novedoso, no es de este lugar, los que deseen conocer esos negociados sobre Monarquía, documentados y todos sus detalles, pueden verlos en mi Evolución Republicana durante la Revolución Argentina, páginas 91 a 179. Sobre los documentos a que me refiero puede verse el libro citado, páginas 204 a 211.

(4) Estos datos que habían pasado desapercibidos hasta que los publiqué en mi Historia de la Confederación Argentina, los tomé de una Memoria póstuma del general Lucio Mansilla (inédita), que tuvo la gentileza de facilitarme su hijo y mi amigo el general Lucio V. Mansilla. Es sabido que Mansilla mantuvo relaciones de amistad en la época a que se refiere con los personajes que menciona y que fue actor en muchos de los episodios de esa ruidosa invasión.

(5) Véase parte de Balcarce, desde su cuartel general en San Nicolás y documentos correlativos publicados en la Gaceta del 7 y 8 de Febrero. (En mi colección.)

(6) Gaceta de Buenos Aires del 9 de Febrero de 1820.

(7) Proclama de los jefes de las fuerzas federales a la Provincia de Buenos Aires, imprenta de Phoción, circuló el 9 de Enero de 1820. (En mi colección.)

(8) Oficio del general Soler al excelentísimo Cabildo, Imprenta de Phoción (hoja suelta en mi colección). Oficio del señor General del ejército exterior al excelentísimo Ayuntamiento. Subscriben con Soler este documento los siguientes jefes: Hilarión de la Quintana, Juan F. Terrada, Manuel O. Pinto, Eduardo Holmberg, Manuel Pagoda, Francisco Montes y Larrea, Juan j. de Elizalde, Anacleto Martínez, Agustín Herrera, Pedro Castelli, Juan Antonio Costa, Juan I. Salces, Modesto Sánchez, Pedro Orona, Rufino de Elizalde, José M. Escalada y Ángel Pacheco. Véase Gaceta de Buenos Aires del 15 de Febrero de 1820. (En mi colección.)

(9) Contestación del soberano Congreso al Cabildo. Contestación del Cabildo. Contestación del Supremo Director. Proclama del Cabildo. Bando del mismo. Gaceta de Buenos Aires. Extraordinaria del 15 de Febrero de 1820. (En mi colección.)

(10) Bando del Cabildo de 12 de Febrero, en la Gaceta.

(11) Los antecedentes de esta elección se encuentran en la Extraordinaria de la Gaceta de Buenos Aires del 17 y del 18 de Febrero de 1820. Véase en esta última el oficio del excelentísimo Cabildo al general Ramírez. Los doce representantes que constituyeron la Primera Junta Provincial de Buenos Aires fueron: don Manuel de Sarratea, doctor Tomás Manuel de Anchorena, don Antonio José de Escalada, don Manuel Luis de Olidén, don Juan José Cristóbal de Anchorena, doctor Vicente López, don Victorio García de Zúñiga, don Sebastián de Lezica, don Manuel Obligado, don Juan Pedro Aguirre, doctor Vicente Anastasio Echeverría, doctor Juan José Passo. Estos tres últimos fueron tachados de Directoriales notorios por los generales Ramírez y López, y dimitieron sus cargos.

 

El año XX (1820)

 

(1) Extraordinaria de la Gaceta de Buenos Aires de la tarde del 15 de Febrero y de la tarde del 18 de Febrero.

(2) Preliminares de paz. Circuló en Buenos Aires el día 18 por la Imprenta de Phoción (hoja suelta en mi colección).

(3) Se publicó en el número 162 de la Gaceta de Buenos Aires del 1º de Marzo de 1820, y en hoja suelta por la Imprenta de Alvarez (en mi colección). Véase el Apéndice.

(4) Me encontraba en el campo de los jefes del ejército federal -escribe el general Lucio Mansilla en su Memoria póstuma que he citado- cuando sé presentaron allí don Manuel de Sarratea y don Pedro Capdevilla, con poderes de la Ciudad para arreglar el célebre tratado del Pilar, en cuyas conferencias me dieron participación de un modo extrajudicial. Ramírez, especialmente, simpatizó conmigo, concediéndome mayor confianza en sus juicios personales, muy distintos de los de López y Carrera: éstos se pertenecían a si mismos, no así Ramírez, que era subalterno de Artigas, sin más categoría que la de comandante del Arroyo de la China. Ahora bien, en el tratado público y secreto que yo conocía, se estipulaba: 1º que Artigas ratificaría ese tratado, por lo que hacía a la Provincia Oriental principalmente; 2º que había de suspender sus hostilidades contra las fuerzas brasileras que ocupaban la Banda Oriental; 3º que Buenos Aires entregaría a Ramírez una cantidad de dinero, un armamento completo para mil soldados y su oficialidad. En un momento de expansión y confianza con Ramírez, le dije que juzgaba que Artigas no ratificaría el tratado reservando la idea de que tampoco le daría un solo peso ni una tercerola. Ramírez me contestó que si Artigas no aceptaba lo hecho, lo pelearían; y que si era de mi agrado, me invitaba a la pelea. Eludí la respuesta y me retiré a la ciudad. Conversé acerca de esto con el gobernador Sarratea y le manifesté la idea de acompañar a Ramírez con el fin de trabajar por el tratado, haciendo lo que conviniera según como el caso se presentase. Sarratea aceptó y me dio una licencia temporal. (Manuscrito testimoniado en mi archivo.)

(5) Circuló en hoja suelta por la Imprenta de Phoción. La carta está fechada en el Puerto de Campana a 24 de Febrero de 1820. Se publicó también en la Gaceta de Buenos Aires del miércoles 1º de Marzo, número 162, página 719. (En mi colección.)

(6) Esta nota y la respuesta del Cabildo circularon en hoja suelta por la Imprenta de la Independencia. (En mi colección.)

(7) Véase el Bando del Cabildo abierto de 6 de Marzo. Circuló en hoja suelta por la Imprenta de la Independencia. (En mi colección.)

(8) Actas del Cabildo de Buenos Aires. Véase número 163 de la Gaceta de Buenos Aires del 7 de Marzo y la Extraordinaria de la misma del 10 de Marzo de 1820. El acta circuló también en hoja suelta el 9 de Marzo por la Imprenta de la Independencia. (En mi colección.)

(9) Una de las más llamativas y que da una idea de la irritabilidad del general Juan Ramón Balcarce en esos días, es la de que este hombre, tan valeroso como impresionable, provocó en el Fuerte al coronel mayor don Nicolás de Vedia. Vedia había sido ministro de Sarratea. Sus afinidades principales estaban del lado de Alvear que lo había ascendido a coronel mayor en el año 1815, y al cual siguió en las correrías que durante el año XX emprendieron ese general y don José Miguel Carrera, hasta caer prisionero en la acción de San Nicolás. Era, pues, adversario de los Directoriales y federal sindicado de sarrateista. Como tal, se propuso cohonestar el pronunciamiento de Balcarce, actuando en tal sentido cerca del Cabildo, de ciertas personas influyentes y de algunos jefes que a Balcarce seguían. Uno de éstos, el coronel Nicolás Cabrera, jefe del tercer tercio de pardos y morenos, le trasmitió a Balcarce las proposiciones de Vedia de que renunciase a su compromiso de sostenerlo, alegando los males que sobrevendrían. Como Vedia fuese al Fuerte en prosecución de sus planes, Balcarce lo llamó encolerizado. Y una vez en su dormitorio, se puso la gorra, requirió el sable y entre gritos y ademanes violentos lo condujo al aposento de los edecanes, cruzando el salón por en medio de gran número de personas estupefactas. Allí Balcarce lo increpó durísimamente; y sacando el sable, le quiso aplicar algunos golpes que Vedia paró con su espada. Los más allegados se interpusieron. «No por esto, escribe un testigo, cesaron las reconvenciones de Balcarce y sus amenazas, ni las réplicas de Vedia con toda la fuerza y vehemencia de un hombre que por sus principios y buena educación es incapaz de faltar a las leyes del honor... (!)» . Véase la Gaceta de Buenos Aires del 19 de Abril de 1820.

(10) Extraordinaria de la Gaceta de Buenos Aires del 11 de Marzo de 1820. (En mi colección.)

(11) Véase comunicación del Gobernador al coronel Martínez. Circular del mismo a los alcaldes y comandantes de campaña. Respuesta del coronel Martínez. En los Documentos que manifiestan los pasos del Gobierno y excelentísimo Cabildo en los días de la jornada del Catilina americano Alvear. Nueve páginas. Imprenta de Alvarez. (En mi colección.)

(12) Documentos citados, números 1, 6 y 7.

(13) Además de los documentos oficiales, he tenido presente los datos que acerca de estos sucesos contiene la Memoria póstuma del general Mansilla. Ramírez, al tener conocimiento de la cooperación de Alvear, le pidió a Mansilla que bajase a la ciudad e hiciese salir a todos los jefes y oficiales entrerrianos que en ésta se encontraban, a fin de que no se le atribuyese la mínima participación en el movimiento. Con tal motivo, Mansilla tuvo ocasión de presenciar los sucesos desde la reunión del Retiro hasta el momento en que Alvear fue a guarecerse en el campamento de Carrera para seguir después a Santa Fe.

(14) Tan sentida fue, con este motivo, la falta de armas, que el mismo Gobernador no pudo menos que expedir el Bando de 28 Marzo en el cual ordenaba que se presentase cada ciudadano con sus armas, «siendo constante que el erario de la Provincia se halla completamente exhausto»; y el Bando de 10 de Abril en el cual imponía una multa de 25 pesos por cada fusil y de 12 pesos por cada sable que se encontrase en poder de particulares que los hubieren comprado o retenido, asignándose la tercera parte de la multa al que delate cualquiera ocultación. (Hojas sueltas en mi colección.)

(15) El Acta de la junta se publicó en la Gaceta de Buenos Aires, número 167, página 748, correspondiente al 12 de Abril de 1820.

(16) Los diputados por la ciudad eran: Juan José Cristóbal de Anchorena, Ildefonso Ramos Mexía, Manuel Obligado, Tomás Manuel de Anchorena, Victorio García de Zúñiga, Juan Pedro Aguirre, Vicente López, Antonio José de Escalada, Miguel de Riglos, Juan José Passo, Juan Alagón. Con excepción de los Anchorena y de Riglos, todos los demás eran Directoriales conocidos.

(17) Oficio del Cabildo al Gobernador, de 27 de Abril. Contestación de éste, de 28 de Abril. Contestación del excelentísimo Cabildo al señor Gobernador, de la misma fecha. Del señor Gobernador al excelentísimo Cabildo, de 29 de Abril. Contestación del excelentísimo Cabildo al primer oficio del señor Gobernador, de la misma fecha. Contestación del Gobernador, de 30 de Abril, impreso, en la Imprenta de la Independencia. Seis páginas. (En mi colección.)

(18) Bando. La Junta de Representantes de esta Provincia. Imprenta de la Independencia. (Hoja suelta en mi colección.)

(19) Véase el oficio de Soler a la Junta, en el que la incita a que deslinde atribuciones, datado en el Campo de la Libertad a 18 de Mayo.

(20) Oficio del general Soler a la Junta. Representación de los jefes y oficiales de milicias de campaña al Cabildo de Lujan. Decreto del Cabildo de Lujan. Oficio del mismo al general Soler. Contestación de éste. Impreso en 4 páginas por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.) Bando del excelentísimo Cabildo Brigadier, etc. Imprenta de los Expósitos. (Hoja suelta en mi colección.)

(21) Su autor fue el doctor don Vicente Anastacio Echeverría, el mismo a quién diputó el Directorio al campamento del general Ramírez, y distanciado en esos días de Sarratea.

 

Guerra de las facciones (1820)

 

(1) Bandos del General Soler de 24 de Junio de 1820. Hojas sueltas impresas por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.) Los miembros del Congreso de Tucumán encontrábanse presos en Buenos Aires desde que el mismo general Soler intimó, de acuerdo con los jefes federales de Entre Ríos y Santa Fe, la disolución de ese cuerpo. Una de las primeras medidas del gobernador Ramos Mexía, había sido la de consultar a la Junta acerca del deber en que estaba el Gobierno, de permitirles que se retirasen a sus casas guardando en ellas el arresto que sufren, en atención a la avanzada edad, achacosa salud y consideraciones que se merecen por la alta representación pública que han obtenido y que exigen del Gobierno una conducta más franca. Véase Gaceta de Buenos Aires del 10 de Mayo de 1820. (En mi colección.)

(2) El Cabildo al pueblo. Proclama del coronel Dorrego. Hojas sueltas de 26 y 29 de Junio, editadas por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(3) Proclamas de Dorrego de 29 de Junio. (Hojas sueltas en mi colección.) Gaceta de Buenos Aires del 5 de Junio de 1820 donde se registran las actas de la elección de Alvear. Oficio de Alvear al Cabildo y Contestación de éste. Bando de Pagola de 1° de Julio. (Hojas sueltas editadas por la Imprenta de los Expósitos, en mi colección.) El coronel Pagola publicó una excusación de los procedimientos en un Ofició al Cabildo de fecha 7 de Julio que circuló en hoja suelta. Editada por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(4) Proclama del Cabildo de 1° de Julio. Segundo aviso del excelentísimo Cabildo al pueblo, de 2 de Julio. Primer oficio del señor general López al excelentísimo Cabildo, de 2 de Julio. Segundo oficio, etc., etc., de la misma fecha. Proclama del coronel Dorrego, de 3 de Julio. Bando del gobernador Dorrego, de 6 de Julio. Hojas sueltas editadas por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(5) Oficio de 6 de Julio.

(6) Puede verse sobre esto mi Historia de la Confederación Argentina. Tomo I, página 57.

(7) Boletines números 3 y 4 del 8 y 9 de Julio de 1820. Hojas sueltas editadas por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(8) Boletines números 11, 12, 14 y 19 del 16, 17, 20 y 25 de Julio de 1820. Hojas sueltas editadas por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(9) Boletín número 25 de 4 de Agosto de 1820. Boletín núnero 27 del 9 de Agosto. Boletín número 29 del 12 de Agosto, donde se repetía la nómina de los jefes y oficiales prisioneros y la de los diputados que eligieron, en Lujan, gobernador al general Alvear. Hojas sueltas editadas por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(10) Oficios cambiados entre los gobernadores de buenos Aires y de Santa Fe, en el boletín número 28 del 11 de Agosto de 1820, etc. etc.

(11) Boletín número 30, del 15 de Agosto de 1820. Hoja suelta editada por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.) Véase también Gaceta de Buena Aires del 30 de Agosto de 1820.

(12) Oficio del gobernador Dorrego al sustituto Balcarce, en el Boletín número 31 del 15 de Agosto. Parte oficial de Dorrego, en el Boletín número 33 del 23 de Agosto. Hojas sueltas editadas por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(13) Parte del general López al gobernador provisorio de Santa Fe, comandante José R. Méndez. Manuscrito testimoniado en mi archivo. El original en el Archivo general del gobierno de Santa Fe. (Véase el apéndice.) El gobierno a los ciudadanos de los Tercios Cívicos. Proclama del general Marcos Balcarce, de fecha 4 de Septiembre. Hoja suelta editada por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(14) Véase mi Historia de la Confederación Argentina, tomo I, páginas 63 y siguientes.

(15) Estos eran: Juan Pedro Aguirre, Victorio García de Zúñiga, Manuel Pinto, Félix Alzaga, Joaquín Suares, Vicente López, Esteban Agustín gazcón, Juan José Anchorena, Ildefonso Ramos Mexía, Juan José Passo, Francisco Antonio Escalada, Antonio Millán, Rudecindo Linares, Pedro Sebastián, Ignacio Correa, Tomás Fernández, Severino Pinero. Véase la Gaceta de Buenos Aires del 6 de Septiembre de 1820.

(16) Gaceta de Buenos Aires del 13 de Septiembre de 1820. Si hubiere duda, — que no la hay,— de que el primer período legislativo de la Provincia de Buenos Aires comenzó el 16 de Febrero de 1820, menos puede haberla de que comenzó el 8 de Septiembre de 1820. Por consiguiente, es inexacto que el período legislativo —(no constitucional, como se da en decir)— de la Provincia de Buenos Aires correspondiente al año de 1910, sea el 58° según la cronología corriente, sino el 90°; porque desde el 1820 hasta hoy —sin más interrupción que la del año de la presidencia de Rivadavia, durante la cual desaparecieron legalmente los poderes provinciales— y durante los gobiernos sucesivos del general Martín Rodríguez, del general Las Heras, del coronel Dorrego y del general Rozas, ha funcionado año tras año la Legislatura de Buenos Aires.

(17) Bando del gobernador sustituto don Marcos Balcarce de fecha 26 de Septiembre de 1820, en el que se publica las resoluciones de la Junta. Hoja suelta editada por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

(18) Oficio del excelentísimo Cabildo al señor gobernador sustituto don Marcos Balcarce. Pág. 69.

(19) Bando del excelentísimo Cabildo Brigadier, etc., de fecha 2 de Octubre. Hoja suelta editada por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.)

 

Represión de la anarquía

 

(1) Cuenta extraída de los libros de la casa comercial de Rozas, Terrero y Cía. que tuve a la vista. Véase mi Historia de la Confederación Argentina.

(2) Proclama que sobre el río de la Matanza hizo el 28 de Septiembre el comandante del 5º regimiento a la división del sur. Hoja suelta editada por la Imprenta de la Independencia. (En mi colección.)

(3) Manifiesto del coronel de caballería, comandante del 5º regimiento de campaña al muy benemérito pueblo de Buenos Aires. Hoja suelta editada por la Imprenta de la Independencia. (En mi colección.)

(4) Carta de don José María Roxas y Patrón al doctor Manuel José García, fechada en Buenos Aires, a 15 de Octubre de 1820. El doctor Manuel Rafael García, hijo de ese ilustre ministro de las Provincias Unidas, en el Brasil, dióme en Londres copia de esa carta. Posteriormente, dio el original al señor Máximo Terrero, yerno del general Rozas, el cual original obra en mi archivo con los papeles de este general. Véase el Apéndice donde se publica por la primera vez.

(5) Manuscrito original citado. Véase el Apéndice.

(6) Manuscrito original citado. Véase el Apéndice.

(7) Oficio del señor gobernador y capitán general a la Honorable Junta de Representantes, de fecha 4 de Octubre de 1820. Imprenta de la Independencia. Impreso en 4 páginas. (En mi colección.)

(8) Comunicación de la Junta, id., id.

(9) Oficio del gobernador Rodríguez, de fecha 4 de Octubre, a las 7 de la noche, desde el puente de Barracas, id., id.

(10) Acta de la Junta, id., id.

(11) El doctor Vicente Fidel López en su Historia del año XX y el general Mitre en su Historia de Belgrano, asignan a Rozas un papel secundario en estos hechos de armas; y la verdad es que, a la fuerza que el comandó, debióse principalmente la restauración de las autoridades legales de Buenos Aires. Mitre afirma (tomo III, página 265) que el general Rodríguez se posesionó de las torres de San Francisco y del Colegio, lo que no es exacto. Rodríguez no estuvo presente en el asalto. Entró en la plaza después del combate, cuando Rozas se había posesionado de ella. Fue Rozas quien trajo en persona el ataque por la calle Defensa. Me lo han afirmado el señor José María Roxas y Patrón; los miembros de la familia Terrero, que recordaban que sus mayores saludaban a Rozas desde su casa situada en la misma calle; don Benjamín Zubiaurre, soldado del 5° regimiento que asistió al ataque; y don Roque Baudrix, que se encontró entre los defensores de la plaza como soldado del tercer tercio cívico. La señora doña Gregoria Rozas me dijo, además, que su hermano don Juan Manuel, antes de atacar la plaza entró en casa de sus padres (esquina hoy de Tacuarí y Aisina) y les pidió la bendición, diciéndoles que iba inmediatamente a mandar las tropas al asalto de orden del Gobernador. Esta participación militar principal de Rozas quedará evidenciada en el curso de este capítulo con documentos fehacientes tan respetables como las declaraciones de las personas que se ha mencionado.

(12) El después opulento hacendado don Benjamín Zubiaurre, soldado del 5º regimiento, como queda dicho, enlazó, en efecto, uno de los cañones de la trinchera de la calle Defensa. Como testigo ocular corroboró este dato en presencia de algunas de las personas que más arriba he nombrado.

(13) Don Roque Baudrix, que ya estaba desarmado entre los rendidos de la plaza, me ha corroborado el detalle de que don Epitasio del Campo, que se sostenía hasta el último trance con muy pocos cívicos, al aproximarse el general Rodríguez a caballo en dirección a la plaza, bajó de la azotea y con las armas en las manos lo increpó durísimamente, desafiando todos los peligros y salvando milagrosamente de una muerte que se antojaba inevitable.

(14) En el Despertador Teofilantrópico, número 25, correspondiente al 12 de Octubre de 1820, refiriéndose al asalto llevado por las tropas de Rozas, escribe el Padre Castañeda, que tan parco en elogios era: «No puedo dispensarme de anticipar al conocimiento de los pueblos y del mundo, una pequeña idea de la conducta que han guardado en su entrada, en su carga y después del triunfo, los vecinos de la campaña. No disparaban un solo tiro que no fuese dirigido a los sublevados. Los que escapaban de las inmediaciones de la plaza respiraban al caer en manos de los voluntarios del comandante Rozas, los cuales les facilitaban sus caballos. Para cargar a una azotea, sufrieron un fuego horroroso de la fusilería y de un cañón de la plaza, mientras suplicaban al dueño que abriese aunque pudieron haber usado de la fuerza; pero más pudo en ellos la ordenanza, pues se le había mandado que venciesen excusando hacer el menor daño posible.» Véase mi libro Vida y escritos del Padre Castañeda, páginas 145 y siguientes.

(15) Manuscrito original citado. Véase el Apéndice.

(16) Corre otra versión de este soneto que difiere de la que presento en los dos últimos versos. Yo lo transcribo de una edición antigua litografiada en hoja suelta que poseo, donde viene acompañado de un dibujo en colores que representa a tres soldados del 5° regimiento de Rozas con el traje que llevaban: gorro colorado de manga volcada a imitación del gorro frigio o del catalán, camiseta colorada también, pantalón de brin blanco, bota de potro, espuela de pihuelo moderado; montados en recado común al uso del país, lazo a un lado del recado, boleadoras a la cintura y armados de tercerola y sable. La misma camiseta de loa colorados la adoptó después Garibaldi en sus campañas por la unidad de Italia.

(17) Manuscrito citado. Véase el Apéndice. El gobernador Rodríguez no se había quedado corto en medidas de extremo rigor después de haber sido vencida la rebelión. Su Bando de 6 de Octubre, imponía las penas más terribles al que ocultase el paradero del coronel Pagóla y demás jefes de la rebelión, no obstante haber prometido respetar la vida de éstos, que habían fugado o se habían ocultado a las furias gubernistas. Y en la plaza de la Fortaleza, además de algunas clases, fueron fusilados el capitán de cívicos don Genaro González Salomón y el tambor mayor Felipe Gutiérrez por haber cooperado al movimiento del 1º de Octubre. Véasela Gaceta de Buenos Aires del 18 de Octubre de 1820.

(18) Desengañador gaucho-Político, numero 13, del 7 de Noviembre de 1820. (En mi colección.)

(19) La primera nota de Dorrego al gobernador fue encarpetada por la fracción revolucionaria del Cabildo y no se pasó a aquél hasta el día 13. Véase Gaceta de Buenos Aires del 18 de Octubre de 1820. Oficios de la Honorable Junta y del excelentísimo Cabildo al general Dorrego y su contestación. Hoja suelta editada por la Imprenta de la Independencia que circuló el 9 de Octubre. (En mi colección.) El segundo oficio del Cabildo a Dorrego está firmado solamente por Castro, Mármol Ibarrola, Videla, Rufino, Santa Colonia, Terrada. Villanueva, Isasi. Faltan las firmas de Zabaleta, Dolz y demás que tomaron parte en la revolución y que dirigieron los primeros oficios a Dorrego.

(20) Acta de la Junta, de fecha 6 de Octubre de 1820. Véase la Gaceta de Buenos Aires del 11 de Octubre de 1820. Pág. 87.

(21) Oficio de Dorrego en la Gaceta de Buenos Aires del 11 de Octubre de 1820. (En mi colección.)

(22) Este despacho, expedido por el gobernador Rodríguez y refrendado por el general Marcos Balcarce, tiene la antigüedad del 7 de Octubre de 1820. Pág. 88.

(23) Despertador Teofilantrópico numero 26, del 14 de Octubre de 1820. El manifiesto de Rozas circuló en hoja suelta por la Imprenta de la Independencia y lleva la fecha de 10 de Octubre. (En mi colección.)

(24) Gaceta de Buenos Aires del 1º de Noviembre de 1820. (En mi colección.) Oficio del gobernador de Córdoba, de 4 de Octubre.

(25) Registro Diplomático del gobierno de Buenos Aires, página 19; Imprenta del Estado—1835; 116 páginas en 4º. Véase Boletín número 38, editado por la Imprenta de los Expósitos. (En mi colección.) Se publicó en hoja suelta por la Imprenta de la Independencia y en la Gaceta de Buenos Aires del 29 de Noviembre de 1820. (En mi colección.)

(26) Así se lo manifestaba a Rozas el mayordomo de esa estancia, don Juan m. Diaz. (Manuscrito original en mi archivo.)

(27) Véase Gaceta de Buenos Aires del 22 de Noviembre de 1820.

(28) El recibo está firmado por López y por su secretario, el doctor Juan Francisco Seguí. Papeles de Rozas en mi archivo. Véase mi Historia de la Confederación Argentina, páginas 96 a 100, tomo I.

 

Guerra en el Litoral

 

(1) La célebre nota de Ramírez lleva la fecha de 25 de Mayo de 1820, y está publicada en la Revista de Buenos Aires, tomo VII, páginas 223 y siguientes.

(2) Memoria póstuma ya citada

(3) Publicada en la Extraordinaria de la Gaceta de Buenos Aires del 28 de Enero de 1821. (En mi colección.)

(4) Carrera, luego que López le obligó a salir de Santa Fe, se corrió a la Pampa, se alió a los indios, se puso a la cabeza de éstos y trajo una invasión verdaderamente vandálica sobre algunos pueblos de la campaña de Buenos Aires. El jefe de la población del Salto dio de ello cuenta en los siguientes términos: «El cura del Salto don M. Cabral, don B. Represa, don D. Barrutti, etc., dicen que es imponderable cuanto han presenciado en la escena horrorosa de la entrada de los indios al Salto, cuyo caudillo es don José Miguel Carrera y varios oficiales chilenos, con los cuales han hablado estos vecinos, que en la torre se han escapado. Han llevado sobre 300 mujeres, sacándolas de la iglesia, robando los vasos sagrados, incendiando muchas casas y no dejando como pitar un cigarro en todo el pueblo.» El gobernador Rodríguez expidió el 4 de Diciembre una proclama en la que daba cuenta de ese atentado y de que se ponía en campaña para perseguir a Carrera, «que entregó su patria en manos del cobarde Osorio, abandonando la defensa de Chile por atender a su venganza y que emigro a nuestro territorio en busca de un asilo para incendiarnos en la guerra civil.» Gaceta de Buenos Aires del 6 de Diciembre de 1820. (En mi colección.)

(5) Sobre este negociado diplomático, cuyo estudio y documentación no es de este lugar, se puede ver mi libro La Evolución Republicana durante la Revolución Argentina, páginas 185 y siguientes.

(6) Notas al gobierno de Buenos Aires de los de Tucumán, Córdoba, Mendoza, San Juan, San Luís, publicadas en la Gaceta de Buenos Aires del 21 de Febrero de 1821. Oficios del de Catamarca y de la Rioja, en la Gaceta del 21 de Marzo. Comunicación del gobierno de Salta, en la Gacetadel 28 de Marzo. Oficio del Cabildo de Jujuy, en la Gaceta del 11 de Abril de 1821. (En mi colección.)

(7) El primitivo plan de Ramírez fue invadir las Misiones con la cooperación del entonces coronel Mansilla, que fue el alma de todos los preparativos y que debía expedicionar a ese territorio al frente de la infantería. «Cuando todo lo tenía preparado -agrega el general Mansilla en su Memoria ya citada- y fui a despedirme de Ramírez, me dijo que estaba decidido a invadir a Buenos Aires y me invitó a que lo acompañase. Yo me negué resueltamente, manifestándole que el general Rodríguez había cumplido el tratado del Pilar y respetado la soberanía de Entre Ríos; y que, aunque estos hechos indudables no mediaran, no podía ni quería desenvainar mi espada contra la provincia de mi nacimiento, donde tenía mi familia, mis afecciones, mis amigos. Ramírez no insistió y se limitó a pedirme que regresara al Paraná con la escuadra y la infantería que yo mandaba, lo que verifiqué» (Memoria, página 29.) En su proclama Ramírez se tituló Jefe Supremo de la República de Entre Ríos. Está publicado ese papel en la Gaceta de Buenos Aires del 4 de Abril de 1821, con notas del editor. Las notas son tan huecas y ampulosas como la proclama.

(8) Ramos Mexía dirigió por esos días al gobernador delegado don Marcos Balcarce un Vade-Mécum o Abecedario de la nueva religión, del cual tomo estos datos. (Manuscrito original en mi archivo.) Véase mi libro Vida y Obras del Padre Castañeda, página 201.

(9) Parte del gobernador Rodríguez, publicado en la Gaceta de Buenos Aires del 24 de Enero de 1821.

(10) «Un número, considerable de indiada, dice el gobernador Rodríguez en su comunicación al gobernador sustituto, en orden de circunvalarme el campo, marchaba sobre él, abrazando mis francos, frente y retaguardia. Destaqué al momento cuatro guerrillas que cubriesen el espacio de mi línea en distancia de doce cuadras, pero éstas, después de un fuego sostenido, tuvieron que replegarse precipitadamente. La de la izquierda se replegaba casi envuelta con el enemigo hasta un cuarto de cuadra del mismo costado de la línea de batalla. Ellos cargaron con un brío que no es fácil explicar. El coronel Arévalo y el capitán Arrans fueron heridos de un bolazo en la cabeza...;» (Publicada en la Extraordinaria de la Gaceta de Buenos Aires del 24 de Enero de 1821.) El coronel Rozas se había opuesto al modo como fue conducida esta campaña. En tal sentido hizoindicaciones amistosas al gobernador, fundadas en conocimientos ampliamente desenvueltos en memorias y documentos que obraban en poder del Gobierno. Mal avenido a causa de responsabilidades que le atribuían por el mal éxito de esa campaña y que él creía que no le alcanzaban, solicitó la baja y separación del servicio, que obtuvo con goce y uso de uniforme el 14 de Febrero de ese año.

(11) Publicada en la Gaceta de Buenos Airesdel 7 de Marzo de 1821. A consecuencia de una consulta que interpuso el jefe del regimiento del Orden —que era el en que debían servir los extranjeros—, este Bandofue reglamentado por la Legislatura por sanción de 10 de Abril de ese año. Esta ley dio margen a las posteriores reclamaciones de la Francia y subsiguiente bloqueo e intervención armada en Buenos Aires y delta del Plata. Véase Gacetadel II de Abril de 1821. (En mi colección)

 (12) Decreto de 12 de Marzo de 1821, publicado en la Gaceta de Buenos Aires del 14 del mismo mes y año. Bando del Gobernador, fechado en la Fortaleza a 20 de Marzo (Imprenta de los Expósitos). Véase Memorias del general Lamadrid, tomo I, página 267.

(13) Boletines números 1 y 2 del ejército. Hoja suelta editada por la imprenta de la Independencia, Buenos Aires. (En mi colección.) Véase Memorias del general Lamadrid, tomo I, página 267.

(14) Memoria póstuma citada, página 35. (Manuscrito testimon. en mi archivo.)

(15) López: Historia del año XX, tomo XI de la Revista del Río de la Piafa; Paz: Memorias póstumas, tomo II, página 36; Mitre: Historia de Belgrano, tomo III, pagina 298.

(16) Boletín número 10. Parte de Lamadrid desde el paso de Andino. Hoja suelta editada por la imprenta de la Independencia. (En mi colección.) Memorias del general Gregorio Araoz de Lamadrid, tomo 1, páginas 268 a 271. Véase Memorias Póstumas del general José María Paz, tomo II, página 36. El coronel Lamadrid quiso vindicarse de esa su derrota en una publicación subsiguiente. Él sostuvo siempre que comunicó oportunamente a López la operación que verificó sobre Ramírez y que contaba con que aquél atacara a éste por el flanco derecho, como estaba convenido. En el Boletín número 10 citado se registra un oficio de López, fechado en su cuartel general en marcha a 23 de Mayo, en el que le comunica a Lamadrid que se pone en marcha de la estancia de Lasaga a remanecer al frente de Coronan, media legua de las Lomas hacia fuera. «El contenido de su oficio de ayer -agrega López- me hace tomar esta determinación.» Esto presupone el acuerdo entre ambos jefes, al cual se refiere Lamadrid, y en virtud del cual procedió por su parte. No obstante, López no se encontró donde Lamadrid esperaba. Véase Memorias citadas, página 273.

(17) Boletines números 14 y 15. Hojas sueltas editadas por la imprenta de la Independencia (En mi colección). Memorias del general Lamadrid, tomo I, página 273. Memorias Póstumas del general José María Paz, tomo II, página 37. Gaceta de Buenos Aires del 6 de Junio de 1821. El gobierno de Buenos Aires concedió un escudo de oro al coronel Arévalo por su parte principal y decisión que tuvo en esta acción. Gaceta del 18 de Julio de 1821.

(18) Carta del gobernador Bustos inserta en la Gaceta de Buenos Aires del 27 de Junio de 1821. Memorias póstumas de Paz, tomo II, página 51. Memorias del general Lamadrid, página 274.

(19) El oficio con el que el coronel don Francisco Bedoya remite la cabeza de Ramírez, obra en el Archivo de Santa Fe y está publicado en la Historia de López por Ramón J. Lassaga, página 228. La moharra de la lanza de Ramírez se conservó en Santa Fe, hasta el año de 1866 en que el entonces gobernador de esa provincia, don Nicasio Oroño, la envió de regalo al de Entre Ríos, como un valioso recuerdo del que ha sido, con justicia, llamado uno de los primeros guerrilleros argentinos. (Véase Zinny, Historia de los Gobernadores Argentinos. La nota del gobernador Oroño se publicó en La Tribuna de Buenos Aires, año 1866.)

 

La reconstrucción política (1821-1823)

 

(1) Gaceta de Buenos Aires del 25 de Julio de 1821. (En mi colección.)

(2) Véase en la Gaceta de Buenos Aires del 8 de Agosto de 1821, la nota conjunta de los diputados al Congreso encareciendo a la provincia de Tucumán que enviara los suyos, y el sugerente Articulo Ministerial sobre la conveniencia de dejar sin efecto la reunión de dicho congreso, inspirado por Rivadavia a su amigo el doctor Manuel Antonio Castro, redactor de la Gaceta.

(3) Los ciudadanos elegidos para integrar la Legislatura, rolaban en las altas esferas sociales e intelectuales de Buenos Aires, y sus opiniones políticas, inclusive la de las tres dignidades de la iglesia que figuran, eran declaradamente directoriales, a saber: doctor José Valentín Gómez, don Juan José Cristóbal de Anchorena, don Sebastián Lezica, coronel Luciano Montes de Oca, doctor José Joaquín Ruiz, doctor Bernardo José de Ocampo, doctor Diego Estanislao de Zabaleta, don Francisco Javier de Riglos, doctor Vicente López, don Juan Manuel de Luca, doctor Vicente Anastasio Echeverría, don Vicente Castex.

(4) Donde sesenta años después se construyó el puerto de La Plata, bajo la administración del doctor Dardo Rocha, fundador de la bella ciudad de ese nombre.

      El primer estadista que proclamó la conveniencia de construir el puerto de la Ensenada, en los albores de la revolución del año de 1810, fue el numen de ésta, don Mariano Moreno. En la página 234 del libro El Deán Funes en la Historia Argentina, por el doctor Mariano de Vedia y Mitre, se inserta una carta en la que Moreno escribe a Funes lo siguiente: «... y pues V. se ha manifestado lleno de placer en el paseo a la Ensenada, exigimos por tributo de aquella diversión un discurso sobre la importancia de aquel puerto, la obligación del Gobierno en protejerlo, el interés de estas Provincias en su fomento y la firmeza con que deben afrontarse todas las dificultades que se opongan a la prosperidad de un establecimiento que honrará la memoria de sus autores y hará la felicidad de los que ahora contribuyan con sacrificios personales».

(5) Los decretos relativos a las iniciativas y fundaciones de Rivadavia y de García, se encuentran en la Gaceta de Buenos Aires del año de 1821 hasta el 12 de Septiembre de ese año, y en adelante en el Registro Oficial, fundado por decreto del 24 de Agosto de 1821. Véase la colección de Angelis, que es la más exacta, tomo I, página 184, y en El Centinela, diario oficial del gobierno de Rodríguez.

(6) El Centinela, número 37, tomo II, página 251. (En mi colección.) Las damas de Buenos Aires que Rivadavia designó para fundar con ellas la Sociedad de Beneficencia, fueron: doña Mercedes Lasala, presidenta; María Cabrera, vicepresidenta; Isabel Casamayor de Lúca y Joaquina Izquierdo, secretarias; vocales: Flora Azcuénaga, Cipriana Viana y Boneo, Manuela Aguirre, Josefa Gabriela Ramos, Isabel Agüero, Estanislada Tartas y Urit, María de los Santos Riera, María Sánchez de Mandeville, Bernardina Echevarría de Viamonte. El Centinela citado, página 106. Don Juan Cruz Varela, el periodista y poeta propagandista de la reforma de Rivadavia, cantó en esos días, a la Sociedad de Beneficencia:

      «Sociedad de matronas Argentinas,

      Que época nueva atrás! — Si la hermosura,

      Si el talento y las gracias peregrinas

      Con que ornó a las porteñas la natura,

      Han sido en todo tiempo irresistibles

      Para los pechos blandos y sensibles,

      ¡Qué será en adelante

      Cuando vosotras mismas empeñadas

      En dar alto realce

      A tantas gracias de que estáis dotadas

      A nuestras almas siempre conmovidas

      Presentéis un modelo

      De ilustración y de virtud unidas

      En cada joven fiada a vuestro celo.»

      El Centinela, página 374.

(7) La ley sobre Reforma eclesiástica elevada por Rivadavia a la Junta de Representantes, la abolición de los diezmos, etc., empezaron a discutirse en la sesión del 9 de Octubre de 1822, absorbiendo, por decirlo así, la atención pública. Todos los fundamentos de las reformas contenidas en esas leyes están luminosamente tratados por el eminente publicista don Juan de la Cruz Várela en su periódico El Centinela, números 12, 13, 14, 15, 16, 17 18 y 33. (En mi colección). Véase Diario de Sesiones de la Junta de Representantes de Buenos Aires, año de 1822, página 374, sesión citada y siguientes. (En mi colección.)

(8) En relación de la población y del medio, circulaban entonces mayor cantidad de hojas impresas que las que circulan hoy (1910) en la ciudad de Buenos Aires. En los años de 1822-1823, circulaban El Ambigú, El Patriota, La Abeja Argentina, El Argos, El Amante del bien Público, El Centinela, El Boletín de la Industria, Las Cuatro Cosas, El Curioso, El Correo de las Provincias, El Espíritu de Buenos Aires, El Oficial de Din, Anales de la Academia de Medicina de Buenos Aires, El Ciudadano imparcial, El Diario de Buenos Aires, La gaceta Mercantil, El Pueblo, El republicano, El Teatro de la Opinión, Antón Petaca, Desengañador gauchi-político, etc. Despertador teo-filantrópico. Doña María Retazos, La Matrona comentadora de las cuatro periodistas, La Vertida desnuda, La guardia vendida por el centinela.

(9) En honor de Buenos Aires. En El Centinela, número 14, página 224, tomo I.

(10) Los hechos y trabajos de este franciscano, digno de un recuerdo en la posteridad, que, generosa, suaviza los errores cuando puede sumar las virtudes, están consignados en mi libro Vida y escritos del padre Castañeda, Buenos Aires, Arnaldo Moen y hermano, editores, 1907.

(11) Al principio de mi libro citado están consignados todos los periódicos que redactó el padre Castañeda.

(12) El Centinela del 25 de Agosto de 1822. Tomo I, pág. 60. (En mi colección.)

(13) La Recoleta en cuyo claustro (que hoy ha desaparecido bajo el pico de las modificaciones edilicias) residió habitualmente el padre Castañeda.

(14) El Centinela del domingo 8 de septiembre de 1822 (en mi colección)

(15) Entre sus ataques más crudos al gobierno, figura el famoso Sueño, diatriba a Rivadavia a quien llama Don Toditico, publicada en La Verdad desnuda, número 4 del 18 de Octubre de 1822 (En mi colección.)

(16) La guardia vendida por el centinela, etc., números 2, 3 y 4. (En mi colección)

(17) Véase mi libro Vida y escritos del padre Castañeda, página 219.

(18) En la sesión de la Junta de Representantes del 23 de Agosto de 1822, el ministro de Gobierno manifestó haberse apersonado el coronel Vidal a darle cuenta de la invitación que se le había hecho para el movimiento. Véase diario de sesiones del año 1822, página 152. En El Centinela, número 6, páginas 73 a 83 están publicados los documentos oficiales que hacen referencia a la primen conjuración de Tagle.

(19) Están publicadas en el suplemento al número 34 de El Centinela, página 191. Véase también las declaraciones insertas en las páginas 174 a 177 del mismo numero 34. Véase El Argos, número 25, del 26 de Marzo de 1823. El rubro Buenos Aires. (En mi colección.)

(20) Las declaraciones de los principales conjurados estan publicadas en los números 36, 37, 38, 39. 40 y 41 de El Centinela. Véale las declaraciones de Peralta y de Guerrero, que son explícitas.

(21) Véase las referencias de El Centinela, numero 34, página 173 a 184.

(22) Casa de Gobierno de Buenos Aires, a las 6 de la mañana del 20 de Marzo de 1823. Hoja suelta firmada por Rivadavia. (En mí colección.)

(23) Acuerdo de la Autoridad. —Buenos Aires, 21 de Marzo de 1823. Hoja suelta subscrita por Bernardino Rivadavia. (En mi colección). Véase el Apéndice.

(24) El Gobierno al señor Gobernador del Obispado. Circuló en hoja suelta. (En mi colección). El doctor Mariano de Zabaleta, gobernador del Obispado, respondió que con indecible satisfacción había recibido la comunicación del Gobierno y que inmediatamente daba cumplimiento a las indicaciones gubernativas. Hoja suelta fechada a 24 de Marzo. (En mi colección.)

(25) Representación del coronel don Manuel Dorrego a la muy honorable junta de Representantes. Circuló en hoja suelta el lo de Marzo de 1821 por la imprenta de los Expósitos. (En mi colección.) La alusión de Syla se refiere al Director Pueyrredón, quien lo desterró.

(26) Oficio del coronel Dorrego al Gobernador delegado, fechado en Cañuelas a 30 de Marzo, en el Suplemento al numero 34 de El Centinela página 192.

(27) Véase El Centinela número 39, página 181. El Gobernador delegado, comprometiendo la independencia del poder judicial, citó a su despacho en la Fortaleza a los jueces encargados de formar causa a los conjurados. Lo que el gobernador les dijo no quedó escrito, pero fácilmente se deduce del siguiente voto que formulaba el periódico oficial al referirse a esa citación inusitada: «Sería una gran fortuna que la presente semana terminase sin dejar un solo preso por la conjuración en las cárceles de la ciudad: no es esto decir que todos queden libres, sino que los castigos o destinos que deban darse a los criminales sean determinados y ejecutados tan prontamente como hemos demostrado que es de necesidad». Véase El Centinela, suplemento al número 34, página 190,

(28) Véase números citados de El Centinela.

 

El Congreso y la Provincia (1824-1827)

 

(1) Mensaje del Gobierno Delegado de Buenos Aires, de fecha 1º de Mayo de 1823. Véase el número 42 de El Centinela. La comisión fue compuesta del deán Zabaleta, del general Las Heras, del general Arenales y del doctor Cossio.

(2) Véase El Argos de Buenos Aires, número 12, del 28 de Febrero de 1824. (En mi colección.)

(3) Circular del 20 de Abril de 1824. Archivo de Buenos Aires, Manuscrito testimoniado en mi archivo. Véase el Apéndice.

(4) La Legislatura de Buenos Aires discernió al general don Martín Rodríguez un voto de reconocimiento en el que, al consignar complacida ese hecho singular en la vida política de Buenos Aires, declaró que atestiguaría que bajo su mando y dirección se ha dado a la Provincia la nueva organización que tanto la honra y que debe asegurar su prosperidad y engrandecimiento. Véase El Argos de Buenos Aires, número 22, del 3 de Abril de 1824. (En mi colección.)

(5) En el plan de este libro no encuadra el estudio de los trabajos del Congreso de 1824-1827, sino en cuanto se refiere a las instituciones y a la política de la provincia de Buenos Aires, Tal estudio lo he emprendido en mi libro La evolución republicana durante la Revolución Argentina, páginas 221 y siguientes.

(6) Véase La evolución republicana durante la Revolución Argentina, páginas 226 y siguientes.

(7) Se publicó en el Diario de Sesiones del Congreso general Constituyente, tomo I, páginas 4 a 10 y en El Argos de Buenos Aires, número 103, del 16 de Diciembre de 1824. Este principio de libertad y de comercio proclamado por Moreno en 1808 y por García en 1824, prevaleció en Buenos Aires y en el Litoral, haciendo prosperar las dos grandes industrias ganadera y agrícola en escala tal que admiten con ventaja la concurrencia de las similares extranjeras. En cambio en el Interior, las industrias de azucares y de vinos no resisten la competencia extranjera ni aun haciendo alarde de patriotería estomacal.

(8) Memoria sobre el negocio pacífico con los indios y establecimiento de la nueva línea de fronteras, presentada al Gobierno por el coronel Juan Manuel de Rozas. Carta de Rozas a Las Heras. Duplicados originales de Rozas en mi archivo.

(9) Algunos meses después se hicieron públicos estos hechos con motivo de una representación del pueblo de Patagones al Congreso. (Véase Diario de Sesiones, tomo VI, sesión 99a.)

(10) Memoria citada.

(11) Referencias del después coronel don Juan B. Thorne, cuyo nombre perpetúa hoy una de las torpederas de la armada argentina, y del señor don Roque Baudrix.

(12) Diario de Sesiones número 91° en que se debatió el proyecto sobre creación del Poder Ejecutivo. Véase también sesión 92°.

(13) Como con ocasión de tales trabajos el vecindario de Chascomús manifestase su descontento respecto del Presidente de la República, la autoridad local redujo a prisión a Rozas que presidía esa reunión. Fue puesto en libertad por una orden directa de Rivadavia, quien le previno al juez de Chascomús que cuidara de no reincidir en medida tan arbitraria, pues todos los ciudadanos de las Provincias Unidas tenían el derecho de emitir libremente sus opiniones y de representar ante las autoridades que se habían dado.

(14) Circuló en hoja suelta editada por la imprenta de Jones y Ca. (En mi colección.)

(15) Véase. Diario de Sesiones, tomo I, sesión 14a, página 46.

(16) Véase El Mensajero Argentino, número 234, y El Tribuno, número 22. (En mi colección.)

(17) Carta de don José María Roxas y Patrón al general Juan Manuel de Rozas, de fecha 9 de Junto de 1872. (Manuscrito original en mi archivo.)

(18) Véase Diario de Sesiones de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, año de 1827, sesiones 2a y 3a. (En mi colección.)

 

Dorrego y Lavalle (1827-1828)

 

(1) Los que se interesen en este estudio de psicología política que alcanza a los unitarios y a los federales de esa época, pueden ver mi Evolución republicana durante la Revolución argentina, páginas 244 a 257.

(2) Véase estos antecedentes que permanecían desconocidos en mi Evolución republicana, páginas 263 a 269.

(3) Manuscrito original en mi archivo. (Papeles de Rivera)

(4) Biografía del general Lavalle, por el comandante don Pedro Lacasa.

(5) Mi abuelo materno, el escribano don Francisco Castellote, que labró el acta de la reunión del lo de Diciembre, escribió lo siguiente en un libro de apuntes que comprende desde el año de 1820 hasta el de 1854: «1° de diciembre de 1828. —El doctor don Julián S. de Agüero me hizo llamar para que autorizara el acta de la reunión política que tuvo lugar en este día y en la iglesia de San Roque. Era tanta la concurrencia que hubo que pasar a la contigua iglesia de San Francisco; y tanto el entusiasmo, que todas las indicaciones de los oradores eran ahogadas unas en pos de las otras. Sólo se pudo restablecer el orden cuando uno del pueblo gritó que éste había acudido allí para nombrar gobernador al que lo había salvado, al general Lavalle. El doctor Agüero declaró entonces que puesto que así se quería, se iba a votar nominalmente por el ciudadano que debía ejercer provisoriamente el mando. Toda la concurrencia prorrumpió en aclamaciones que no dejaban duda acerca del espíritu que la animaba, y el general Lavalle fue electo gobernador...»

      La proclama de Lavalle, el Bando después de la reunión de San Roque y el acta de la revolución, están publicados en la Gaceta Mercantil del 5 de Diciembre de 1828.

(6) Carta de 22 de Septiembre de 1869 a la señora doña Josefa Gómez. (Duplicado de letra de Rozas en mí archivo.)

(7) Véase parte detallado de Lavalle, fechado en Navarro a 10 de Diciembre.

(8) Esto lo corrobora también el general Lamadrid. Véase Memorias, tomo 1, Páginas 383 y 387.

(9) Véase Asesinato del Gobernador de Buenos Aires y Ejecutivo Nacional de la República Argentina, coronel don Manuel Dorrego, Londres, 1829. Contiene las cartas de don Luis Dorrego a los representantes diplomáticos acreditados en Buenos Aires y las protestas de los gobiernos de Provincia por tal fusilamiento.

(10) Véase las cartas de los señores Del Carril, Várela, etc., etc., publicadas por la primera vez por el doctor Ángel J. Carranza en su libro El general Lavalle ante Injusticia póstuma, páginas 33 a 37, y 70, 76 y siguientes.

(11) Los detalles contenidos en este párrafo están acordes con lo que acerca de ese fusilamiento refiere el general Lamadrid, testigo presencial. Véase Memorias, tomo I, página 388 a 391.

        El Tiempo, órgano oficial redactado por los señores Varela y Gallardo, a raíz del fusilamiento insertó un largo artículo para aplaudirlo, que comenzaba así: "Acaba de ejecutarse en Navarro un acto de rigurosísima justicia: el coronel don Manuel Dorrego ha sido fusilado...»

        Como dato ilustrativo se puede transcribir aquí lo que en 2 de Septiembre de 1869 escribía el ex ministro de Dorrego al general Rozas: «También incluyo un artículo de La Tribuna (redactada por los señores Varela), de 2 de Julio del presente, sobre los últimos momentos del desgraciado gobernador Dorrego. Diré algo para demostrar que ese documento es fraguado con el objeto de adulterar la historia. Luego que llegó a Buenos Aires la noticia cierta de tener Lavalle en su poder a Dorrego, se reunió un consejo de los miembros del Gobierno y de otros de los principales de la camarilla, para determinar lo que debían de hacer con el prisionero. No sabían qué hacer con Dorrego. Tenerlo preso o echarlo del país era muy peligroso, siendo un hombre tan popular y de un carácter tan determinado. En tal extremo, acordaron su muerte. Esta sola consideración basta para destruir lo que dice el coronel don Juan Elías, de la comunicación que mandó el Gobernador delegado al general Lavalle pidiéndole la salida de Dorrego fuera del país. Lo que llevó el comisario de policía fue, según se dijo, el borrador del parte que dio Lavalle de haberlo fusilado. Se aseguró que ese borrador fue redactado en la sesión de la camarilla, por don Juan Andrés Gelly.»

       Al fin de esta carta, Rozas agregó de su puño y letra lo siguiente; «Pienso lo mismo. El señor general Lavalle, lamentando amargamente su gravísimo y funesto error; quejoso y enfurecido contra los hombres respetables de la lista civil que lo habían impulsado al motín de Diciembre y aconsejado la ejecución del ilustre jefe supremo del Estado como el paso más urgente e indispensable para la paz, sosiego y felicidad perdurable del país, me mostró en las conferencias en Cañuelas (se refiere a las que celebró en el año siguiente de 1829) las cartas que tenia de aquéllos, relativas a esos hechos. Entre ellas y en una del señor doctor don Julián Segundo Agüero, estaba escrito ese borrador que piensa usted fue escrito por el señor Gelly.» (Manuscrito original en mi archivo.)

 (12) Memorias del general Gregorio Araoz de Lamadrid, tomo I, página 392.

 

Lavalle y las campañas (1828-1829)

 

(1) Carta al general Juan Manuel de Rozas, de fecha 1º de Enero de 1862. (Manuscrito original en mi archivo.) Véase mi Evolución republicana durante la revolución argentina, página 464.

(2) Véase Memorias póstumas del general José M. Paz, tomo II, página 345. El general Paz era Ministro de la Guerra bajo ese gobierno del general Lavalle.

(3) Las respuestas de los gobernadores de provincia a la circular del general Lavalle se publicaron en El Federal e Pluribus unuum de Santa Fe del 13 de Febrero de 1829 y en El Buenos Aires cautiva, etc. que redactaba el Padre Castañeda en Santa Fe (1829.)

(4) Véase el número 58 de El Pampero, que redactaban don Florencio y don Juan de la Cruz Varela.

(5) Carta del doctor Salvador M. del Carril al general Lavalle, de fecha 12 de Diciembre de 1828, publicada por el doctor Ángel J. Carranza en El General Lavalle ante la justicia póstuma, página 37.

(6) La Convención Nacional que se instaló en Santa Fe por resolución de las Provincias Argentinas bajo el Gobierno de Dorrego, una vez fusilado este funcionario, resolvió en sus sesiones del 21 y de 26 de Febrero de 1829, asumir la autoridad soberana de la Nación y designar al Gobernador López General en Jefe del ejército de la Unión, facultándolo para nombrar su segundo jefe y demás oficiales, etc., etc. (Manuscrito del Archivo de Santa Fe, Convención Nacional.)

(7) Carta de 22 de Septiembre de 1869. (Duplicado original de Rozas en mi archivo.)

(8) El mío-mío es una yerba que produce una pequeña fruta tan venenosa como sus hojas.

(9) Parte de López al señor Presidente de la Soberana Representación Nacional, fechado en su cuartel general del Puente de Márquez, a 27 de Abril de 1829. (Archivo de Santa Fe, legajo Convención Nacional.)

(10) Vida militar y política del general don Juan Lavalle, por su ayudante de campo don Pedro Lacasa. Buenos Aires, 1870, páginas 104 y 105. Memoria militar que escribió después uno de los soldados que reconocieron al general Lavalle en la noche del 16 de Junio. (Manuscrito en mi archivo.) Carta de Rozas de dona Josefa Gómez, de 10 de Marzo. (Duplicado de letra de Rozas en mi archivo.)

(11) El ayudante de campo del general Lavalle comenta en los siguientes términos este episodio tocante de la guerra civil que realzan el valor y la caballerosidad: «Por cierto que los que no tengan idea exacta de la naturaleza de nuestras guerras civiles, y muy particularmente del carácter de la lucha que la ciudad de Buenos Aires sostenía con la masa inculta de los campos, dirigida por don Juan Manuel de Rozas en 1829, no darán a esta anécdota todo el valor que tiene en si juzgando por los principios generales de la guerra, ellos deben suponer que el general Lavalle ningún peligro corría al presentarse solo en el campo enemigo; pero para los que saben que el ejército de Rozas se componía, casi en la totalidad, de hordas vandálicas que él mismo no podía subordinar; que días antes la población de la Guardia del Monte había sido saqueada; que la cabeza del infortunado coronel Rauch había andado atada a las monturas de los satélites del caudillo Molina, la cosa da una idea más cabal del temerario arrojo del general Lavalle... » (Vida militar del general Lavalle, por don Pedro Lacasa citada, página 106.)

(12) Carta a doña Josefa Gómez, de fecha 25 de Julio de 1869. Duplicado de letra de Rozas en mi archivo. Contestando las apreciaciones contenidas en el libro que sobre esa época comenzó a escribir el doctor Manuel Bilbao, agrega Rozas en esa carta: «¿Pudiera Lavalle, después de haber fusilado al ilustre jefe del Estado, por su orden, aun cuando llevase consigo las cartas de los autores de la revolución, que se lo aconsejaban, haber dado ese paso, si no hubiese confiado en el crédito de Rozas, en su capacidad y en sus ardientes deseos por la unión y por la paz? Y cuando el general Lavalle fue solo, acreditando su gran valor y gran confianza en la nobleza del general contrario, y en la subordinación sin ejemplo de las milicias de su mando, no hay razón en qué fundar la desconfianza que acuerda el señor Bilbao a Rozas. Las tentativas contra la vida de Rozas, y otras más, fueron puramente obra de los actores de la revolución, no del señor general Lavalle».

(13) Duplicado original de Rozas en mi archivo.

 

Las facultades extraordinarias (1830-1932)

 

(1) Diario de Sesiones de la Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires, sesión numero 164, tomo IX.

(2) Diario de Sesiones citado, sesión 165, página 5.

(3) Véase El Lucero, números 78 y 79 del 9 y 10 de Diciembre de 1829. (En mi colección.)

(4) El Lucero, del 9 de Diciembre de 1829, citado.

(5) Los representantes don Victorio García de Zúñiga, don Pedro Pablo Vidal, don Celestino Vidal, don Tomás Manuel de Anchorena y don Manuel Obligado. Diario de Sesiones de la H. junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires, sesión 170 y 171, tomo IX.

(6) Con arreglo a los artículos 2º y 3º de esta ley, se nombró la comisión encargada de clasificar y coleccionar todos los papeles a que aquélla se refería, y de designar una demostración pública contra los misinos. Dicha comisión quedó compuesta del camarista doctor Miguel de Villegas, del fiscal de Estado doctor Pedro José Agrelo, de los generales Miguel de Azcuénaga y Manuel Guillermo Pinto y del canónigo doctor Saturnino Seguróla. Esta comisión se expidió el 9 de Marzo de 1830, declarando comprendidos entre los libelos infamatorios los diarios que habían sostenido el movimiento del general Lavalle y atacado la administración Viamonte, como ser: El Pampero, todos los números; El Tiempo, del número 175 al 315; la Gaceta Mercantil, números 1538 al 1630. “Y en odio de semejantes piezas, como en justo desagravio de las personas en ellas injuriadas”, la comisión mandó que “todos los números expresados se quemen por mano del verdugo bajo los portales de la casa de justicia, como en efecto lo fueron el día 16 de Abril de 1830. (Véase Registro Oficial de 1830, libro IX, número 1, y El Lucera, número 168. En mi colección.)

(7) Ley de 25 de Enero de 1830. Diario de Sesiones citado, tomo IX, sesión 183.

(8) Nota de Rozas de 28 de Diciembre 1829. Véase Diario de Sesiones, citado, sesión 173. La Legislatura insistió en la declaración y el ascenso. Rozas, en nota de 2ó de Enero de 1830, contestó en estos términos: El infrascripto no se desdeña en aceptar la manifestación de haber sido, en el sentir de la H. Sala, restaurador de las leyes e instituciones de la Provincia, y ya porque según el texto de la nota del H. señor Presidente, tal proclamación no importa titulo ni renombre alguno, cuanto porque tampoco excluye del justo honor que cabe a los colaboradores de una empresa que es ciertamente del más estricto deber de todo ciudadano. Pero... la consecuencia de los principios le prohíbe investir él titulo de Brigadier mientras ejerza el poder supremo de la Provincia. El infrascripto quiere fundar sus títulos en los bienes que pueda legar a su patria en la época de su gobierno; si le es dado recibir tal investidura al descender de la administración por la escala de las leyes, resultarán derechos que no podrán ser confundidos con sentimientos de ambición de que nunca ha participado». Véase Diario de Sesiones citado, sesión 184.

(9) Compusieron esta comisión el camarista doctor don Miguel de Villegas, el protomédico doctor don Cosme Argerich, don Manuel López, don Indalecio Palma, y el cura y el juez de Navarro. El informe de esta comisión y los documentos correlativos se publicaron en El Lucero, número 88. (En mi colección.)

(10) Frente al que la piedad patriótica erigió después al general Juan Lavalle.

(11) Está publicada en El Lucero, número 88, correspondiente al 23 de Diciembre de 1829.

(12) Véase el estado general del correo publicado en el Registro Oficial del año de 1830 y también El Lucero del 4 y 5 de Febrero del mismo año.

(13) Sobre esta materia interesante y trascendental en el organismo institucional argentino (que no es de este lugar), puede verse mi Historia de la Confederación Argentina, tomo II, páginas 55 a 70.

(14) El Nuevo Tribuno trató la cuestión de las facultades extraordinarias en sus números 182 al 104. El Cometa sostuvo que las Provincias no estaban aptas para formar la Confederación Argentina.

(15) Este decreto, omitido como otros en el Registro Oficial, colección Angelis, corre impreso en El Lucero, numero 695, correspondiente al 8 de Febrero de 1832. (En mi colección.)

(16) Lo que debía entregarse al contado en Tesorería, con arreglo al decreto del Ejecutivo, era 395.000 pesos, y el 24 del mismo mes de Febrero ya se habían entregado 677.500 pesos. En presencia de este resultado, El Lucero escribía que ello demostraba: «Que las personas que están al frente de los negocios cuentan con amigos e inspiran confianza y que basta acreditar que no se abusa del poder y que sólo se piensa en el bien público para recibir nuevas y relevantes pruebas de patriotismo.» Véase El Lucero del 20 de Febrero de 1832 y el del 28 del mismo, donde se registra la lista de los subscriptores.

(17) Diario de Sesiones de la Honorable Junta de Representantes, mensaje a la décima Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Sesión de 11 de Mayo de 1832, tomo XIII, sesión 267. (En mi colección.)

 

Crisis de gobierno (1832-1834)

 

(1) Véase El Lucero del 18 de diciembre de 1832.

(2) Fue publicada en El Lucero, numero 943, citado. (En mi colección.)

(3) Rozas desde el Gobierno había dado al asunto de la expedición aldesierto el carácter de una verdadera negociación diplomática, hasta ponerse de acuerdo con el Gobierno de Chile y con el general Juan Facundo Quiroga. Quedó acordado que la expedición se compondría de tres divisiones: la de la Derecha, compuesta de fuerzas de Chile, al mando del general Bulnes, debía batir a los indios y arrojarlos al oriente de la Cordillera de los Andes; la del Centro, con fuerzas de las provincias de Cuyo y del Interior, al mando del general Quiroga, debía operar en la región de la Cordillera Andina y Territorio del Neuquén; y la de la Izquierda, con fuerzas de Buenos Aires, al mando del general Rozas, que batiría a los indios a lo largo del río Colorado, márgenes del río Negro, e iría a encontrarse con aquéllos en las inmediaciones de Los Manzanosy nacientes del río Negro. Pero al fin la expedición se verificó únicamente por la división izquierda. Véase mi Historia de la Confederación Argentina,tomo II, página 141.

(4) He aquí el resumen tomado de los estados originales que obran en mi archivo:

Jefes y oficiales................................. 140

Médicos, ingenieros y astrónomos.......... 16

Ciudadanos y agregados....................... 13

Maestranza y cuartel general..................42

Infantería.......................................... 541

Artillería y marina................................ 77

Caballería........................................ 1181

Total............................................... 2010

(5) El estudio in extenso de esta campaña puede verse en la Historia de la Confederación Argentina, tomo II, página 138 a 180.

(6) Véase estas comunicaciones en la Gaceta Mercantil de Diciembre de 1833 y Enero de 1834.

(7) La facultad del Congreso Argentino para demarcar límites dentro del territorio nacional (artículo 67, inciso 14), únicamente puede ser ejercitada respecto de límites que no han sido fijados todavía o que son contestados; pero jamás respecto de los que se fundan en títulos que datan de dos siglos y en hechos sucesivos que acreditan el dominio ante el derecho civil e internacional; ni de los que han sido fijados y reconocidos, cincuenta años atrás, por actos públicos de las provincias limítrofes y en uso perfecto de la soberanía que investían, separadas administrativamente en virtud de pactos que la misma Constitución ha dejado a salvo.

(8) Publicóse en El Lucero, del 18 de Diciembre de 1832. (En mi colección.)

(9) Véase El Lucero, del 18 de Junio de 1833.

(10) El general Iriarte presentó un proyecto análogo sobre revisión de los decretos promulgados durante los dos periodos en que la Provincia estuvo regida por facultades extraordinarias. Diario de Sesiones, sesión numero 325.

(11) El Lucero del 3 de Julio de 1833.

(12) Aludía al ministro Martínez, quien, como tal oriental, ocupó después altos cargos en el Gobierno de Montevideo.

(13) El Restaurador de las Leyes, del 30 de Septiembre de 1833.

(14) Nota de 12 de Octubre. El equivoco consistía en que la legislatura había conferido anteriormente el título de Restaurador de las leyes a don Juan Manuel de Rozas, quien a la sazón se hallaba en el río Colorado, dirigiendo la expedición al desierto.

(15) Nota citada del Gobernador Balcarce. Colección de documentos conexos con los sucesos de Octubre de 1833, por Un restaurador (don Agustín Wright, testigo presencial, como jefe de uno de los grupos populares.)

(16) Notas cambiadas entre la comisión de la Legislatura y el general Pinedo, Conferencia redactada por la misma comisión fechada en la quinta de Downes el 5 de Octubre.

(17) Exposición fechada a 24 de octubre en la chacra de Panelo.

(18) Véase en la Colección de documentos citada, la nota de 31 de Octubre dirigida por Díaz Vélez y G. Rozas al consejo de notables.

(19) Nota de fecha 3 de Noviembre a las seis de la mañana. Véase Diario de Sesiones, sesión numero 365.

(20) Sesión citada, páginas 101, 124, 129. El 7 de Noviembre el Poder Ejecutivo recibió una nota de Rozas al general Martínez, ministro de Guerra. Con fecha 17 de Octubre este le había comunicado a aquél todo lo ocurrido y ordeno dictase las medidas de su resorte a objeto de restablecer el orden publico. Rozas recibió dicha nota el 27 en el río Colorado, y con esta fecha, le respondió al ministro que anteriormente había manifestado al gobierno el peligro que corría la tranquilidad pública. «Ninguna, absolutamente ninguna parte tiene el infrascripto, agregaba Rozas, en lo que se ha hecho; pero declara, sin embargo, que, a su juicio, tienen sobrada razón los ciudadanos. ¿Por qué no se separaba del gobierno personas que no merecían la confianza publica; que daban pábulo al desenfreno de la prensa, a todo genero de inmoralidad; que entronizaban el funesto imperio de la anarquía; que armaban a los amotinados de Diciembre...»

 

La crisis de gobierno (continuación) (1834)

 

(1) La primera de estas disposiciones establecía que todo individuo de creencia disidente de la católica, —extranjero o ciudadano,— que quisiere contraer matrimonio, se presentaría al Tribunal de Justicia produciendo información de soltura, Exhibidas pruebas bastantes, se harían las publicaciones correspondientes en los diarios durante seis días. Si no resultaba impedimento, el juez proveería de conformidad en un auto del que daría copia a los interesados para que ocurriesen al escribano que debía autorizar el matrimonio, dando a su vez copia para que los mismos ocurriesen al eclesiástico que debía bendecirlo.

     La segunda disposición, imponía a los padres y tutores el deber de dar cuenta del nacimiento de sus hijos o pupilos para ser éstos inscriptos en el registro correspondiente.

      A estos efectos, se mandaba abrir un Registro civil de matrimonios de individuos pertenecientes a diversas creencias religiosas: otro de nacimientos y otro necrológico. (Decreto de 20 de Diciembre de 1833.)

(2) Véase decreto de 26 de Noviembre de 1833.

(3) Véase decretos de 20 y de 21 de Diciembre de 1833.

(4) El doctor Vélez Sársfield, ilustre codificador argentino, presentó al Gobierno, en 1851, un trabajo sobre la materia, el cual publicó mucho después (en 1870) con el titulo de Derecho publico eclesiástico. Relaciones del Estado con la Iglesia en la América española, obra de erudición y mérito singulares.

(5) Véase decreto de 21 de Diciembre de 1833. Véase el Memorial Ajustado y el Apéndice al Memorial, donde se encuentran reunidos los informes que expidieron los miembros de la junta especial.

(6) Decreto de 29 de Marzo de 1834.

(7) Manuscrito testimoniado en mi archivo, La Gaceta Mercantil del 15 de Enero de 1834, ya escribía: En carta de un sujeto de respetabilidad en Londres, fecha 6 de Noviembre, se anuncia que a fines de ese mes debía embarcarse para Montevideo el señor don Bernardino Rivadavia...

(8) Nota del Ministro don Miguel de la Barra. El original está un la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile. En mí archivo está la copia autorizada por el señor Luis Montt, Director de dicha biblioteca.

(9) El Ministro Moreno remitió después a Buenos Aires las célebres instrucciones secretas al marqués de Santo Amaro, firmadas por el que después fue vizconde de Abrantes, y ellas fueron publicadas en La Gaceta Mercantil del 11 de Julio de 1845.

(10) Manuscrito testimoniado citado.

(11) Nota del Ministro Moreno, de fecha 6 de Noviembre de 1833

(12) Manuscrito testimoniado en mi archivo. Fue publicado en la Gaceta Mercantil del 12 de Febrero de 1834. (En mi colección)

        Está publicada en la Gaceta Mercantil del 25 de Febrero de 1834 y en los Escritos políticos de don Andrés Lamas, pagina 439. Véase también la nota circular del Ministro Guido y la respuesta de este al ministro Obes en la Gaceta Mercantil del 12 de febrero y del 6 de marzo de 1834.

(13) Esta nota a la Legislatura no fue publicada en el Diario de Sesiones. Apareció juntamente con la nota a Rivadavia de fecha 23 de Abril en La Gaceta Mercantil del 1º de Mayo de 1834. (En mi colección.)

(14) La Gaceta Mercantildel 29 de Abril de 1834.

(15) En la Gaceta Mercantildel 14 y 15 de Mayo de 1834.

(16) Véase Diario de Sesiones de la Legislatura de Buenos Aires, año 1834, sesiones 410° a 414°,416°.

(17) Diario de Sesiones citado, sesión número 400, página 7.

(18) La Gaceta Mercantildel 10 de Mayo de 1834.

(19) Diario de Sesiones, sesión número. 415.

(20) Registro Oficial, año 1834, página 195.

(21) Véase Diario de Sesiones, sesión número 423.

(22) Sesiones del 10 y 14 de Julio, números 425 y 426.

(23) Diario de Sesiones de la H. Junta de Representantes de la Provincia de Buenos Aires, sesiones 436°, 437°, 438°, 439°, 440°. 441°, del 14 de Agosto al 2 de Septiembre de 1834.

(24) Sesión 441° citada.

(25) Diario de Sesiones citado, sesión 447° y 448°.