Citas

La personalidad de Carlos Pellegrini


 


1 Editorial del diario La Prensa 1-I-1890.


2 Ramón J. Cárcano, Notas inéditas. Archivo Cárcano.


3 “La gran transformación de Buenos Aires”. Arquitectura del Estado de Buenos Aires (1853-1862). Instituto de Arte Americano, 1965.


4 Juan Balestra, Op. cit., p. 40 y 45. Passim.


5 Juan Balestra, Op. cit., p. 41. Passim.


8 Ver Diario de Sesiones de la Cámara de Diputados.


7 Juan Balestra, Op. cit., p. 33.


8 Cartas del general Mitre a José M. Gutiérrez, 28-XI-1867, Adolfo Alsina. Guillermo Rawson, General Urquiza, Evaristo López, etc. Carta del general Mitre a Bonifacio Lastra y Juan Carballido respecto de la candidatura de Miguel Juárez Celman, La Nación, 8-III-1885.


9 Juan Balestra, Op. cit., p. 46.


10 Es un proceso que ocurre en todos los países y que se observa en el transcurso de la historia en todas las épocas.


11 Al presidente Juárez Celman se le hizo el único responsable de la crisis que determinó la revolución de 1890. Fue objeto de las mayores críticas y calumnias. Permaneció en la ciudad aislado, repudiado, olvidado, señalado, sin que jamás intentara justificarse, actitud que revela dignidad y fortaleza de carácter. Nunca en el país se ejerció mayor crueldad con un hombre público. Roca y Pellegrini, dirigentes principales del Partido Nacional, jamás intentaron defenderlo y la mayoría de sus más dóciles colaboradores v partidarios lo abandonaron y rápidamente se ubicaron en la nueva administración. Juárez Celman fue el único que cargó con la culpa de muchos. “Algunos por redimir la complicidad pasada con la severidad presente lo convirtieron... en la victima tradicional del error común. El único en el poder debía ser el único en la culpa. Si no era lo justo, tenia que ser la despiadada lógica del Unicato.” Juan Balestra, op. cit., p. 38. Era una época semejante a la Walpole en Gran Bretaña y el regreso de los Borbones en Francia. “Para la mayoría, todos los males del país tenían su causa en Juárez y, por consiguiente, el remedio patriótico era retirar a Juárez del gobierno.” José Nicolás Matienzo, “La Revolución de 1890 en la historia constitucional argentina.” Conferencia dada en la Academia de Derecho y Ciencias Sociales de Buenos Aires, 1926. “El jefe visible del unicato (Juárez Celman) fue inmolado a la salvación de todos.” Joaquín Castellanos, Labor dispersa, Lausana, 1908. Discurso contra el acuerdo.


12 Uno de los últimos escritos de Pellegrini fue la descripción de la batalla de Tuyutí, a la cual asistió como ayudante del segundo jefe de artillería, comandado por Maldanes. Es un relato breve, expresivo, de excelente prosa. Revista de Derecho Historia y Letras, t. XXII. Carlos Pellegrini, “Batalla de Tuyutí”.


13 Pequeño trabajo, como lo llamó su autor, a su tesis “El derecho electoral” que estudia el sufragio y su aplicación en Argentina. Es un breve estudio, con limitada erudición y enfáticas afirmaciones. Concebido con claridad. Enunció algunas ideas generales: El derecho electoral nace con el ciudadano. Debe estar sujeto a reglamentaciones porque de él depende el bienestar común. Necesidad del gobierno representativo. El elector debe ser capaz de conocer quien es más apto para ser elegido para que el derecho electoral sea un principio salvador y no un sarcasmo. Peligro de dar el voto a los ignorantes y a los que carecen de conciencia de su derecho. El ser caudillo es un deber entre nosotros para conducir e ilustrar al electorado. Partidario del voto de la mujer. Es necesario velar por la libertad del sufragio.


14 Los liberales nacionalistas que en algunos comicios obtuvieron 1612 votos y los autonomistas 1484, en el escrutinio hecho por la Cámara resultaron con solo 372 votos, contra 3693 los alsinistas. El triunfo liberal se convierte en triunfo autonomista.


15 La política de conciliación consistía en que los liberales nacionalistas de Mitre, que habían decretado la abstención electoral, concurrieran a los comicios.


16 A. Rivero Astengo. Juárez Celman 1844-1906, p.p. 107-134.


17 El año anterior ocupó fugazmente el ministerio de gobierno en la gobernación de Carlos Casares en la provincia de Buenos Aires.


18 Desde el 4-IV hasta el 21-IX-1880.


19 Carlos Pellegrini fue elegido senador por la legislatura de Buenos Aires en reemplazo de Dardo Rocha, por oposición a Enrique B. Moreno. La influencia de Roca y Rocha determinó la renuncia de Moreno y la elección por unanimidad de Pellegrini. Carlos D'Amico, Siete años en el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, t. I, pp. 156 y 157.


20 Prohibió a los militares en servicio activo, que formaran parte de centros políticos y que asistieran a reuniones de ese carácter, que criticaran públicamente de palabra o por escrito con su nombre o seudónimo, los actos del gobierno o de sus superiores jerárquicos. Orden al Jefe del Estado Mayor del Ejército, 6-X-1885. C. Pellegrini, Obras publicadas por el Jockey Club, 1941, 5 Ts., t. IV, p. 573.


21 Por su versación en asuntos financieros, el presidente Roca le confió en Europa la consolidación de la deuda pública (1885), y posteriormente siendo director del Banco de la Nación le encargaron la negociación de un empréstito.


22 Formaban la redacción política: Carlos Pellegrini, Delfín Gallo y Roque Sáenz Peña. Para mejor información consúltese a Paúl Groussac, Los que pasaban, Buenos Aires, 1919, p. 227.


23 Sobre 213 electores, obtuvo 179 votos. Sus opositores fueron Rafael García, Bartolomé Mitre y Luis Sáenz Peña. Carlos D'Amico, Op. cit. passim p. 157.


24 Triunfó en doce provincias y la capital, con excepción de Buenos Aires y Tucumán. Un diario de provincia, El Interior (2-III-1886) fue el primero en lanzar la candidatura de Carlos Pellegrini para vicepresidente; la recogió Sud América, y como si fuera una orden, quedó definitivamente consagrada y luego votada en todo el país, tan disciplinados eran sus correligionarios en los comicios. A muchos sorprendió que este caudillo que había demostrado tantas calidades aceptara una [posición en segundo término ofrendada por el grupo oficialista.


25 Paúl Groussac. Op. cit; p. 236.


26 Paúl Groussac, Los que pasaban, 1919, p. 234. “En la visita del presidente Juárez Celman a Concepción del Uruguay en una manifestación encabezada por el gobernador Racedo, que desfilaba, su ministro Laurencena gritó: “Viva el Jefe único del Partido Nacional”. Después el grito lo repitió el país con otro sentido”. Archivo Cárcano. “El ministro era mas poderoso que el Único: formaba un ambiente colectivo y un sistema al que nadie escapaba.” Juan Balestra, Op. cit., p. 35. Los jóvenes Osvaldo Magnasco y Lucas Ayarragaray fueron quienes ofrecieron a Juárez Celman el banquete que el público llamó de los incondicionales en el Opera Italiani”.


27 No debe intentarse presentar a Pellegrini como un censor austero de las funestas costumbres que no practicaba: fue partícipe de ellas, siquiera por tolerancia pasiva. Paúl Groussac, Op. cit., p. 236.


28 “El único pellegrinista que vale, verdaderamente, es B Pellegrini”... “Tomache, el único politiquero de mis hijos, es pellegrinista y se hizo tal después de su carta. Carta de Juárez Celman a Eduardo Wilde, 17-VII-1904.


29 Juan Balestra, El noventa. Buenos Aires, 1934, p. 173 y ss. passim.


30 Carlos Pellegrini nació en Buenos Aires el 11-X-1846. Su padre Carlos Enrique estudió en la Escuela Politécnica de París (1823) y fue recomendado por la Academia de Ciencias. Se recibió de ingeniero. Juan Larrea que se hallaba en París por encargo de Rivadavia, lo contrató como ingeniero hidráulico y viajó a Buenos Aires (28-I-1828). Proyectó numerosos trabajos de ingeniería y construyó el viejo Teatro Colón. Amigo de Rivadavia, compuso un poema en ocasión de su muerte. Pintor aficionado, por sugestiones de María Sánchez de Mendeville, dedicóse al retrato, género en el cual se distinguió. Entre los seis mil franceses, era el que más ganaba, según él mismo decía, y el más apreciado por la sociedad porteña. Fundó e ilustró la Revista del Río de la Plata (1853), fue miembro del Consejo Nacional de Educación y propuso al gobierno la creación de la Facultad de Ingeniería (1855) y de Ciencias Económicas (1858). Fue fundador, con Mitre, del Instituto Histórico y Geográfico del Río de la Plata. Cuando Carlos Pellegrini viajó a Europa (4-III-1889) visitó a su familia en Bruselas, “gente muy buena y de posición”. Carta a su hermano, 1-VIII-1889. “En Chambery visitamos al abad Vauni y a su hermana, hijos de una hermana de papá”. Carta a su hermano, 17-VIII-1889. C. Pellegrini, Obras. Op. cit. t. II, p. 222.


31 Como un ejemplo de su espíritu alegre y humorista, léase su artículo en la revista Caras y Caretas, 7-X-1883.


32 Cuando joven traducía poesías de Byron y Swinburn, leía a Swift y Shelley, pero pronto fue atraído por los temas políticos y sociales, los economistas y sociólogos, por los autores en boga como Macaulay y Spencer. C. Pellegrini, O. cit, t. II, p. 352.


33 C. Pellegrini, Obras, b. I, p. 360.


34 C. Pellegrini, Obras, t. IV, p. 371 y ss.


35 Paúl Groussac. Op. cit., p. 219.


36 Cuando el presidente Juárez Celman envió, al día siguiente de estallar la revolución, un mensaje al Congreso proponiendo la designación de general para Pellegrini, éste, rompiendo el pliego, exclamó; “No estamos en carnaval para estas designaciones.” Carlos Pellegrini, Obras, Op. ya cit; t. II, p. 247.


37 Su preocupación por estos problemas se produce al final de su vida, demostrando en esta forma, cómo su pensamiento evolucionaba y percibía las necesidades del país en las nuevas etapas de su historia.


38 “Carta de Pellegrini a Estanislao Zeballos”, 10-XI-1899. Revista ya cit. t. XXII.


39 C. Pellegrini, Obras Op. cit., t. II, p. 343 y ss. Francisco Grandmontagne, La Prensa, 19-11-1922, cit. por Astengo.


40 “Aquel triste día que acompañé al general Levalle a contener con un puñado de soldados fieles, al más formidable pronunciamiento que haya presenciado la capital, y que contaba con la simpatía casi unánime de aquella gran ciudad, allí se evitó que sobre los escombros de todo principio institucional, de todo poder organizado, se levantara una dictadura nacida en un cuartel en medio de la tropa sublevada, que hubiera impuesto a todos, como única ley, la voluntad de unos pocos, a titulo de regeneración, que hubiera constituido al ejército en arbitro supremo de la bondad y existencia de los poderes, y haciéndonos retroceder tres cuartos de siglo, hubiera renovado a través de idénticas vicisitudes una época funesta en nuestra historia.” Discurso pronunciado en Chivilcoy, 17-II-1894.


 


La presidencia de la república


 


1 Los manifestantes destruyeron todos los faroles de alumbrado de la ciudad. El pueblo se vengaba contra el símbolo que el juarismo empleaba en sus desfiles nocturnos. Juan Balestra, Op. cit., p. 64.


2 Carta de Leandro N. Alem a Agustín Alvarez. 12-VIII-1890, citada por Etchepareborda.             


3 Pellegrini asumió la dirección del país antes que el presidente Juárez Celman presentara su renuncia (6-VIII-1890) teniendo en cuenta la ausencia de éste de la Capital y la urgencia de tomar medidas frente al movimiento revolucionario.


4 Juan Balestra, El noventa, Passim. E. Ramos Mexía. Mis memorias, Passim.


5 Su hijo Lucio participó activamente en la revolución de julio.


6 Aristóbulo del Valle. Discurso en la Cámara de Senadores. 11-VI-1891.


7 El Partido Autonomista Nacional se formó durante la presidencia del general Roca con motivo de la incorporación al Partido Nacional del grupo mitrista en ocasión del banquete en el Teatro Colón aceptando la candidatura de Juárez Celman, quien dijo: “Saludemos la aparición del nuevo Partido Nacional”. Fue una exigencia de Norberto Quirno Costa a su grupo. Ramón J. Cárcano, Notas inéditas A. C.


8 Editoriales de La Prensa del 15-X-1888 y del 16-X-1886.


9 Mensaje del presidente al Congreso Nacional. 17-IX-1890. Desde 1886 a 1890 se contrataron empréstitos por valor de 888.000.000 de pesos oro; las instituciones privadas también se endeudaron. Desde 1882 se inscribieron sociedades por un monto de capitales de cerca de 1.000.000.000. La deuda pública aumentó de 165.243.586 pesos oro en 1886 a más de 250.000.000 pesos oro en 1890. Las operaciones en la bolsa de títulos de 172.632.000 subieron a cerca de 500.000.000 pesos oro. La compra-venta de inmuebles que en 1887 era de 83.985.000 aumentó en 1889 hasta 304.204.000. El déficit del presupuesto era en 1887 de 13.559.528 pesos oro y aumentó en 1887 a más de cien millones de pesos. El intercambio comercial descendió de 243.059.805 de 1886 a 170.426.780 en 1890.


10 Censo 1869 había 1.737.076 habitantes, en 1893 había 3.954.911 de los cuales 948.073 eran extranjeros o sea el 25 por ciento.


11 Edmond Labatut, La corruption électorale chez les romains. Le suffrage universel, París, 1876. Estudia la corrupción electoral en la república, la monarquía y el imperio.


12 “El país entero está fuera de quicio, desde la Capital hasta Jujuy. Las instituciones libres han desaparecido de todas partes; no hay república; no hay sistema federal; no hay gobierno representativo; no hay administración; no hay moralidad.” Manifiesto de la Junta Revolucionaria, 26 de julio de 1890.


13 Manifiesto del Partido Unión Cívica Radical.


14 Discurso del senador M. D. Pizarro en el Senado. 18-X-1891.


15 Mensaje presidencial al abrir las sesiones del Congreso Nacional 1-V-1891. Memoria del Ministro del Interior (general Julio A. Roca) presentada al Congreso Nacional, Buenos Aires, 1891, p. 3. Carta a Miguel Cañé, 5-IX-1890. t II, p. 278.


16 Ley Nº 2713. 30-VIII-1890. El Ministro del Interior explicaba que esta iniciativa se justificaba por “el movimiento trascendental de opinión que había conmovido a toda la República y debía reflejarse en los actos de los poderes nacionales, en circunstancias extraordinarias, en que los principios inflexibles de la ley, ceden a las inspiraciones del patriotismo y de la conciencia pública”. El mensaje del poder ejecutivo fue considerado (demasiado reticente) por los oficiales revolucionarios. Roberto Etchepareborda, “Acción opositora durante la presidencia de Carlos Pellegrini (1890-1892)” en el Boletín del Instituto de Historia Argentina, año III, t. III (segunda serie), nº 7, p. 3.


17 Ley nº 2742, 7-X-1890.


18 Ley nº 2760, 16-X-1890.


19 Discurso del diputado José M. Olmedo. Sesión 1-X-1891.


20 El Poder Ejecutivo suspendió la venta de tierras fiscales (7-XII-1890) y canceló la oferta en el mercado europeo de las 24.000 leguas de campo en la Patagonia con propósitos fiscales (27-VI-1891). Sobre economía y finanzas, véase el capitulo siguiente.


21 Encargóse a Victorino de la Plaza (50 anos, salteño) la negociación en Londres de la venta del ramal ferroviario de Villa María a Villa Mercedes de San Luis. Decreto 27-IX-1890.


22 En materia de puentes y caminos se dispuso una política moderada de construcción y mejoramiento. El dique nº 1 del puerto de la Capital fue inaugurado por el presidente (1-I-1891) y las demás secciones continuaron construyéndose rápidamente.


23 Sobre la crisis de 1890-1892 consúltese de Federico Pinedo: “En tiempos de la República y después”, 1949, p. 363 y ss. Número extraordinario de La Nación.


24 Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso Nacional, 9-V-1891


25 Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso Nacional 19-VIII-1890.


26 Se destinaban $ 25.000.000 para el Banco Nacional, $ 25.000.000 para el Banco Hipotecario y $ 10.000.000 para atender las necesidades más apremiantes de la Municipalidad. El ministro de Hacienda se negó a aumentar esas cantidades que algunos diputados le pedían. Sesión del 2-IX-90.


27 Por la ley nº 2772 del 26-I-1891 se crearon en la ley de Aduanas derechos adicionales, cuyo producto se destinaba exclusivamente a aumentar los fondos de la Caja de Conversión, debiendo el Poder Ejecutivo retirar anualmente de la circulación la suma de $ 15.000.000.


28 Discurso del ministro de Hacienda en el Senado. 2-IX-1890. Los proyectos fueron informados por la Comisión de Hacienda y se votaron el mismo día de despachados: el empréstito de $ 60.000.000, la venta de los fondos públicos, el nombramiento de la comisión que examinaría la deuda municipal y la caducidad de las concesiones garantidas. La Cámara de Diputados consideró los proyectos sobre tablas y los aprobó en la sesión del 5-IX-1890, convirtiéndolos en leyes de la Nación nº 2715, 2716, 2727 y 2718.


29 José A. Terry, Finanzas, Buenos Aires, 1927, 4ª ed., p. 519 passim.


30 Ley nº 2744- de 8-X-1890.


31 La Caja de Conversión era administrada por cinco directores designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado cuyos cargos fueron gratuitos. Debía atender la conversión y amortización gradual de la moneda de curso legal; custodiar en sus arcas los dineros, títulos y valores que garantizan la moneda legal; se encargaba de la impresión, habilitación, emisión, conversión y amortización de toda moneda de curso legal y recaudaba el importe de las obligaciones que forman parte de aquella garantía. Disponía la creación de un fondo de conversión (art. 5). La acción del Directorio era independiente del Poder Ejecutivo. Ley nº 2741 del 3-X-1890.


32 Federico Pinedo, Revista Esto es mayo 1954.


33 José A. Terry, Op. cit., p. 519.


34 Mensaje del presidente de la nación al Congreso a sesiones extraordinarias, 17-XII-1890. “La situación del país se agrava constantemente. Vivimos en una alarma perpetua.” Carta de Ricardo Pillado a Victorino de la Plaza, 18-II-1891. Archivo General de la Nación, sección Documentos Donados.


35 Carta de Ricardo Pillado a Victorino de la Plaza 5-III-1891.


36 Discurso del ministro de Hacienda en el Senado, 22-I-1891.


37 “Las bases del empréstito son vejatorias”, escribía Ricardo Pillado a Victorino de la Plaza, desde Londres, 22-I-1891. Los diarios de la oposición criticaron sus cláusulas de garantía. El gobierno designó al doctor Victorino de la Plaza para que negociara en Londres con los acreedores el acuerdo sobre la deuda y moratoria de tres años. Los valores argentinos fueron la causa principal de las dificultades de la solvencia de la casa Baring. Se reunió una comisión presidida por el Banco de Inglaterra, de la que formaban parte banqueros británicos, franceses y alemanes para estudiar la situación económica de Argentina. La comisión reconoció que “las fuentes de riqueza estaban intactas y en pleno desarrollo y que la situación del país era perfectamente solvente, pero que la depreciación de la moneda hacía enormemente gravoso el servicio de la deuda”. Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso convocándolo a sesiones extraordinarias. 17-IX-1890.


38 Los compromisos en virtud de empréstitos, fondos públicos, gobiernos provinciales y ferrocarriles sumaban anualmente $ 19.886.514, en tres años $ 59.659.542 oro. El Congreso aumentó el empréstito a $ 75.000.000 oro para prever nuevos servicios. Discurso del senador Gálvez y del ministro de Hacienda. 22-I-1891.


39 José A. Terry, Op. cit., p. 521. El empréstito fue convertido en ley nº 2770 el 23-I-1891. El empréstito fue amortizado muchos años después.


40 Los alcoholes pagarían por litro 10 centavos, la cerveza de 2 a 5, los fósforos 1 centavo por caja. Ley no 2774 de 26-I-1891. En 1894 se renovó la objeción constitucional y se produjo un extenso debate que finalmente terminó declarando nacionales los impuestos internos en concurrencia con las mismas provincias. El presidente y el ministro de Hacienda atribuyeron gran importancia a estos nuevos impuestos que permitirían aumentar los recursos del presupuesto y reorganizar la situación financiera. Carlos Pellegrini. Obras, op. cit., t. II, p. 341.


41 Discurso del ministro de Hacienda en el Senado. 19-I-1891, p. 99 y ss. El aumento del 10 % que solicitaba el ministro fue rechazado. Ley 2774 del 26-I-1891.


42 Se gravaba el hierro viejo con un derecho de exportación de $ 5 los mil kilos. Discurso del miembro informante, diputado Alba Carrera, 13-X-1890, p. 703 y ss. Mensaje del Poder Ejecutivo a la Cámara de Diputados, 19-IX-1890. Las reformas contenían una moderada tendencia proteccionista a nuestra incipiente industria de la fundición y la fabricación de sombreros. Sesión de la Cámara de Diputados. 13-X-1890.


42 * Rivero Astengo, Agustín Pellegrini, Obras, 5 vol. Editadas por el Jockey Club.


43 José A. Terry, La crisis, 1885-1892. Sistema bancario. Presidencia de Pellegrini. La Asamblea de Notables. Documentos relativos a la primera Asamblea de Notables celebrada en la República Argentina en el año 1891. Todos los decretos, discursos y resoluciones. Buenos Aires, Imprenta Sud-América, 1891, 88 pp.


44 El público no cubrió el capital del banco y por falta de accionistas quedó como banco oficial. Memoria del Ministerio de Hacienda, 1892.


45 Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso. 16-V-1891.


46 Además del proyecto del Poder Ejecutivo se presentaron otras iniciativas. Una, del senador Civit, autorizaba a la Caja de Conversión a recibir depósitos y efectuar redescuentos a los otros bancos; otra del senador Pizarro, creaba el Banco de la República. La Comisión de Hacienda introdujo diversas modificaciones al proyecto del Poder Ejecutivo. El Senado aprobó el despacho sin debate.


47 “Se mandaban comisiones al interior que tenían como propósito desprestigiar sus instituciones y hacer notar a propios y extraños que nada en las provincias existía que no estuviera lleno de maleficios de la política electoral que todo lo carcome, que no estuviera lleno de papeles que no se podían mostrar sin vergüenza, robos, abusos, desfalcos, todos los crímenes que el código califica y revelan la peor moral y conciencia del hombre. Después el propio gobierno apercibióse del error de este procedimiento y pidió a la prensa que calmara esa propaganda y evitara que fuera el heraldo de nuestro descrédito. Pero el mal ya estaba hecho.” Discurso en la Cámara de Diputados. Sesión de 11-X-1891. José Bianco, Páginas de actualidad, 1932, p. 204, passim. Roberto Etchepareborda, Op. cit., p. 3.


48 Calculaba que la industria azucarera de Tucumán necesitaba 50 millones, la industria vinícola de Cuyo 100 millones y la ganadería y agricultura otros 100 millones.


49 Sesión de la Cámara de Diputados de 2-X-1891.


50 La minoría de la Comisión de Hacienda produjo un dictamen que además de la fundación del nuevo banco y la liquidación del Banco Nacional proponía la reforma de la ley monetaria, la conversión de las emisiones, el curso forzoso de los nuevos billetes y la consolidación de la deuda pública. Véase la ley nº 2841 de 16-X-1891. El presidente Pellegrini, en carta de 17-III-1892, decíale a su ministro Vicente F. López, cuando renunció a su cartera: “La Caja de Conversión, los Impuestos Internos y el Banco de la Nación, son tres creaciones a las que ha vinculado su nombre y, o mucho me equivoco o serán los tres elementos que concurrirán a hacer posible la reorganización de nuestra situación económica y a devolver a la Nación el crédito y el prestigio que ha perdido.” C. Pellegrini, Obras, Op. cit., t. II, p. 341.


51 El presidente Pellegrini en su discurso de inauguración expresó que el Banco se fundaba “contra la opinión que flota en torno a ciertos círculos” y aseguraba que “la opinión verdadera de la República era favorable a la nueva institución. El Banco no se funda para atender las necesidades del erario; será la Tesorería de la Nación, ni tampoco se propone un interés político, se funda únicamente para servicio de la industria y del comercio; sobre todo recomen- daba que estimulara a los pequeños industriales. El Banco gozará de la más completa autonomía con respecto al gobierno”. Discurso del presidente Pellegrini. 26-X-1891. “En los cinco meses que lleva de existencia, ha alcanzado un éxito tan satisfactorio, que puede ya reputarse como la institución bancaria más importante de la República, siendo su porvenir incalculable. Mensaje del presidente al Congreso Nacional. 29-V-1892.


52 Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso, 1891.


53 En 1893 se cultivaban 560.000 has. que en 1891 aumentaron a 2.996.048. M. A. Cárcano, Evolución histórica del Régimen de la Tierra Pública, 1810-1916, Buenos Aires, 1917, p. 411.


54 Exportación en pesos oro   


                               1872               1888               1895


Prod. agrícolas           98.000      16.000.000     41.450.000  


Prod. ganaderos  43.340.000      71.070.000     74.830.000


55 Lo sostenía el ministro del Interior, que cuando fue presidente, distribuyó una gran porción de esa tierra de acuerdo con la ley 1882, reconociendo derechos posesorios sobre millones de hectáreas. Memoria del Ministerio del Interior”. Op. cit.


56 M. A. Cárcano, Op. cit., cap. XXI.


57 M. A. Cárcano, Op. cit., cap. XXI. Ventas a Salvatierra, viuda del general Uriburu, a varios jefes del ejército (20.000 has. al coronel Manuel Castiello. Sesión Cámara de Senadores 12 y 23-IX-1891, concesiones a los caciques 400 leguas a Grunbein, mensaje del Poder Ejecutivo de 7-VII-,1892. Sesión Cámara de Senadores, 12-VII-1892), las ventas al barón Hirsh de 1.300 leguas en el Chaco, ley de 21-XI-1891; autorizó al Poder Ejecutivo a vender 1.000 leguas a $ 1.000 en el Chaco y Misiones. La política de orden prometida por el gobierno, no fue cumplida.


 


La crisis política


 


1 Numerosos militares partidarios de la revolución continuaban vinculados a la Unión Cívica y Leandro N. Alem, contaba con ellos para su programa político. Decía el mensaje del Poder Ejecutivo: “Si las reglas de la disciplina no han de ser la ley suprema de los ejércitos de la Nación, valiera más disolverlos, si queremos resguardar las libertades públicas, la autoridad y el orden, de los amagos de la anarquía, en su forma más repudiada. No es posible admitir... que los militares puedan volver las armas que la nación les confiara, contra las autoridades constituidas pues tendríamos forzosamente que dejar al criterio individual de cada jefe de cuerpo, determinar cuando el caso ha llegado... gobernado por las influencias vacías de la razón, de la pasión, el interés o la ambición.” Mensaje del Poder Ejecutivo al Congreso de 23-VIII-1890.


2 El 4-XI-1891 el presidente recibió a una delegación encabezada por Alem y en una entrevista cordial le expresaron que “responde a la expectativa pública”. Telmo Manacorda. Un caudillo, una época, 1941, p. 341.


3 Memoria del ministro del Interior ya citada, p. 6.


4 “Los investigadores de nuestra historia constitucional buscarán en vano en la Unión Cívica Radical la indicación concreta de reformas legislativas o remedios para curar los males del gobierno personal que el nuevo partido denunciaba y comprobarán que las medidas terapéuticas ensayadas hasta ahora han sido iniciadas o adoptadas por el partido contrario.” J. N. Matienzo, Op. cit., p. 17. “El movimiento político militar (de julio de 1890) apenas si puede figurar en la crónica y no tiene los caracteres de un hecho histórico. El gobierno estaba muerto; pero no por los cañones del Parque de artillería, ni por los vencidos del movimiento militar; estaba muerto por el descrédito del gobierno; estaba muerto por la bancarrota, por la anarquía; estaba muerto porque ante propios y extraños aquel gobierno habla perdido el prestigio moral que da vida a los gobiernos; estaba muerto porque antes de la revolución de julio estaba muerto en la conciencia nacional. No, ni el cañón, ni las ideas de los radicales principistas voltearon ese gobierno.” Discurso del senador D. Pizarro. Sesión 13-VI-1891.


5 La acción centralizadora y autoritaria del Poder Ejecutivo obligó a Marcos Juárez, gobernador de Córdoba, a pronunciarse francamente a favor del presidente así como los gobiernos de Tucumán y Entre Ríos. El ejército de línea hábilmente distribuido en el interior de la República actuó eficazmente contra los opositores. Los bancos prestaron de preferencia a los amigos políticos. Esta situación era denunciada por La Prensa 12-IV-1891 y por el senador Alem en el Senado. 20-VI-1891.


6 Luis V. Sommi, La revolución del 90, 1957, 2ª ed. passim.


7 Roberto Etchepareborda. “Acción opositora durante la presidencia de Pellegrini, 1890-1892”, p. 3, en el Boletín del Instituto de Historia Argentina, año II, t. III (segunda serie), nº 7.


8 Carta de 22-VIII-1890 en J. M. Bustillo, Op. cit.


9 La Nación, 17 y 18-IV-1891, passim.


10 Emilio Frers, Mitre, el político, Buenos Aires, 1921, p. 110.


11 C. Pellegrini, Op. cit., “Carta a Miguel Cané”, 5-IX-1830. “Discurso de Nicolás Repetto en la C. de D.” 28-VIII- 1830, passim.


12 “aún cuando se haya derribado a un presidente, la máquina opresora y corruptora del oficialismo ha quedado armada en las provincias”. “Carta de Leandro Alem a Agustín Álvarez, presidente de la Unión Cívica de Mendoza”, 12-VIII-1891, José Nicolás Matienzo, La revolución de 1890 en la historia constitucional argentina, Buenos Aires, 1926, p. 23.


13 Jorge Brown Arnold, Muerte de la República, 1892, p. 194.


14 M. A. Cárcano, Sáenz Peña, la revolución por los comicios, 1963, p. 103.


15 Roberto Etchepareborda, Op. cit., p. 6.


16 No se conocen las actas de la Junta. Hipólito Yrigoyen sostuvo que la designación de candidatos correspondía a una asamblea general que representara la opinión de todo el país. Félix Luna, Yrigoyen, 1964, p. 83 y ss.


17 La designación de Mitre le fue comunicada telegráficamente a Europa.


18 Discurso de Leandro N. Alem, 21-VII-1891. El Argentino, 22-VII-1891.


19 La Junta Ejecutiva de la Unión Cívica designada por la Asamblea (13-IV-1890) publicó un manifiesto aceptando la fórmula Mitre-Irigoyen, 15-IV-1891.


20 Renunció al Senado el 27-VI-1891. Su renuncia fue aceptada por 11 votos contra 4. Sesión del 27-VI-1891.


21 Aunque la mayoría de la Cámara de Diputados no participaba de la opinión del grupo disidente del Partido Autonomista Nacional, toleraba por el espíritu de cuerpo, con su voto o su silencio, la política obstruccionista de la minoría parlamentaria. J. J. Romero, El Parlamento.


22 Diario de sesiones de la Cámara de Senadores. Sesiones del 6, 9, 11, 12, 13, 16, 18 y 22-VI-1891.


23 Cámara de Diputados de la Nación. Sesión 1-X-1891, passim.


24 En los círculos políticos se comentaba que el general Roca había enviado a Europa uno de sus amigos, Rafael Igarzábal, para informar al general Mitre sobre la situación política y la posibilidad de concretar un entendimiento con los distintos grupos para evitar una lucha electoral apasionada y estéril. Jorge Brown Arnold. “Muerte de la República”, 1892, p. 177.


25 “Acabamos de asistir a una elección sin urnas”, La Prensa, 19-3-91.


26 José N. Matienzo, Op. cit., p. 9. Sirviendo esta política el general Roca, ministro del Interior, frente a las críticas de la oposición manifestó “He creído que mi posición oficial no me inhabilitaba para hacer, en ese sentido, un llamamiento al patriotismo y abnegación de mis propios correligionarios, exhortándolos a sacrificar sus intereses y sus pasiones, y aun su derecho estricto, en aras de la patria y del bien público, que exige hoy la supresión de la lucha electoral, o la realización de un gran acto de equidad y de sana política, que será también un precedente honroso, de las más benéficas consecuencias, en nuestra vida nacional.” “Memoria del ministro del Interior”, 1891, p. 8.


27 El ministro del Interior envió a sus correligionarios, los gobernadores de provincia, una circular en la cual les comunicaba que había “convenido en la necesidad de suprimir la lucha electoral”... y les pedía que “conjuntamente con sus amigos le acompañaran y le ayuden” a realizarla. Telegrama de 21-III-1891. La Nación, 17-IV-1891.


28 Alem e Irigoyen se entrevistaron con Mitre para evitar una decisión definitiva del general (14-IV-1891).


29 Paul Groussac, La Biblioteca, t. II, p. 604 y ss.


30 Bartolomé Mitre, “Correspondencia literaria, histórica y política”, 1912, t. III, p. 260 y ss. El Argentino, 6-VI-1891. Manifiesto de la Unión Cívica (15-IV-1891).


31 Telmo Manacorda, Op. Cit., p. 373 y ss.


32 Se refiere al acuerdo concertado por el general Manuel J. Campos y el oficialismo provincial para concurrir a los comicios.


33 Manifiesto l-VII-1891. Nota a los comités provinciales, 12-VII-1891. Roberto Etchepareborda, Op. cit., p. 9 y ss. Trae interesantes detalles sobre este episodio. El senador Del Valle renuncia a su banca. El diario El Argentino emplea la palabra radical desde el 3 de agosto.


34 Paul Groussac, Op. cit., V-II, p. 605.


35 El 15-X-1891 Mitre renunció a su candidatura en una carta al general Roca diciéndole que era “estéril su presencia en el gobierno para los intereses de la patria”.


36 Bernardo de Irigoyen denunció ante el país la intervención del presidente Pellegrini en los asuntos de las candidaturas presidenciales cuya solución correspondía al pueblo, afirmando que no había temor que se alterara la paz pública.


37 El joven Hipólito Yrigoyen es uno de los caudillos con quien conferencia solicitándole el apoyo de la Unión Cívica Radical. “Cumpla el presidente con su deber, le responde, garantice el comicio y verá cómo ninguna revolución radical le quema la cara. En este caso verá usted cómo la Unión Cívica a la cual pertenezco será el primer factor de tranquilidad y seguridad pública.” Versión recogida por Félix Luna en su libro apoteótico sobre Yrigoyen, ya citado.


38 Juan B. Peña, Deuda argentina.


39 A principios de 1890, Manuel Garro recibe una comunicación de la Junta Ejecutiva para que produjera en Córdoba un movimiento armado. R. Etchepareborda, Op. cit; p. 16.


40 Para mayores detalles sobre esta revolución consúltese La Prensa del 23 al 28-V-1891. Sesión del Senado de la Nación 22-V-1891. Roberto Etchepareborda, Op. cit., p. 15 y ss.


41 Los opositores sostenían que era un telegrama falso porque el gobernador estaba detenido.


42 Para mayores detalles sobre esta revolución consúltese La Nación y La Prensa, 24-25 y 28-V-1891. Diario de sesiones de la Cámara de Diputados 25-VI-1891 y de la Cámara de Senadores de 14 y 20-VII-1891.


 


Terminaron los grandes conflictos internacionales


 


1 Decreto del gobierno argentino de 3-XII-1889.


2 Art. 1 del tratado de 25-I-1890


3 Dictamen de la Comisión Especial, 6-VIII-1891.


4 Mensaje del presidente Pellegrini al Congreso, mayo de 1892.


5 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 1891-92, p. 198 y ss.


6 Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto 1891-92, pp. 298 y 299.


7 El tratado establecerá que “la línea de fronteras correrá por los canales más elevados de dichas cordilleras (Los Andes) que dividen las aguas y pasará por entre las vertientes que se desprendan a un lado y otro”.


8 Memoria ya citada, pp. 305 y 306.


9 El perito argentino Octavio Pico falleció repentinamente (3-IV-1892). Fue reemplazado por el ingeniero geógrafo Valentín Virasoro (9-IV-1892.) Memoria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 1891-1892, pp. 315 y 353.


10 Memoria ya citada, p. 310. Mensaje del presidente al Congreso, 1892.


11 Isidoro Ruiz Moreno, Historia de las Relaciones Exteriores argentinas, 181O-1955, p. 195.


12 Isidoro Ruiz Moreno, Op. cit., p. 288.


13 Isidoro Ruiz Moreno, Op. cit., pp. 311 y 312.


 


 Final de la presidencia


 


1 El Nacional enero 1892.


2 Osvaldo Magnasco. Discurso en la Cámara de Diputados. Sesión de prórroga de 19-X-1891, p. 198.


3 Diputado Gilbert y Olmedo. Sesión de 19-X-1891, p. 179.


4 El pedido estaba suscrito por los senadores Dardo Rocha, Manuel D. Pizarro, Benjamín Figueroa, Emilio Civit, Antonio F. Crespo, Carlos Doncel, José Gálvez y Benjamín Paz. 17-X-1891.


5 Formada por los senadores Manuel D. Pizarro, José Gálvez y Carlos Doncel.


6 El despacho de la comisión fue votado. Diario de sesiones del 18 y 30-X-1891.


7 Hace moción para que se llame al recinto al ministro del Interior para que declare si es o no cierto que el presidente ha concurrido a la casa de Mitre a pedirle que retire la renuncia, etc. La moción fue rechazada por 31 votos contra 15. Sesión 16-X-1891, p. 183.


8 El proyecto del ministro sometido a la Cámara estaba firmado por los diputados Juan Balestra, Lucio V. Mansilla, J. V. Lalanne, Francisco I. García, Donaciano del Campillo, Rafael Castillo. Expresaba que ''solo una política que deje completamente librada a la espontaneidad de los partidos, con toda libertad, la solución de las cuestiones electorales, puede ser eficiente para el bien común, asegurando a la vez el mantenimiento estrecho del orden y el prestigio de la autoridad, por sobre todo los intereses de partido. En tal sentido... le expresa al presidente de la República su decisión de prestarle su concurso”. Sesión de prórroga de 19-X-1891.


9 “La situación del país es hoy tan mala o quizá más grave, incontestablemente más grave que cuando se inauguró el gobierno el 6 de agosto.” Discurso del diputado Víctor Molina. Sesión de 16-X-1891.


10 La Nación, 30-I-1892. Poco tiempo después reanudó la actividad política.


11 Memoria del Ministerio del Interior ya citada, p. 9. Carta a Próspero García, gobernador de Tucumán, 20-X-1892.


12 Carta de Leopoldo del Campo al gobernador Próspero García. 25-X-1891, citada por R. Etchepareborda.


13 La Nación, 29-I-1892.


14 La Nación, 1-II-1892. Con el apoyo de estas provincias Roque Sáenz Peña contaba con mayoría en el colegio electoral. 126 votos sobre 232.


15 El gobernador electo de Córdoba, Manuel D. Pizarro fue el candidato para vicepresidente (1-II-1892).


16 Se selló un compromiso de listas mixtas bajo la palabra de caballeros y de patriotas entre el Partido Nacional y el Partido Unión Cívica Nacional. La Nación, 6-II-1892.


17 Los candidatos del pacto de caballeros que triunfaron en la elección eran en la Capital Francisco Alcobendas, Guillermo Torres, Antonio Bermejo, Justino Obligado, y general Manuel J. Campos.


18 La Nación, 6, 7, 8 y 9-II-1892. En La Plata se presentó a votar un negro con el nombre de Luis M. Drago, el Fiscal de Estado: La Nación, 8-II-1892.


19 Fue proclamado con gran asistencia de público en Morón, 15-II-1892.


20 M. A. Cárcano, Op. cit., p. 106.


21 Julio A, Costa gobernador de la provincia de Buenos Aires, en su libro ya citado refiere interesantísimos detalles sobre la forma como el general Roca combatió la candidatura de Roque Sáenz Peña. Carlos Ibarguren, Op. cit. César Viale. “Roque Sáenz Peña a través de su vida pública.” La Nación y La Prensa mes de febrero 1892.


22 La Nación, 1-II-1892.


23 Luis Sáenz Peña había sido propuesto por Bernarda de Irigoyen para vicepresidente en la convención de Rosario. Al aceptar su candidatura por el acuerdo electoral propiciado por el oficialismo, sus antiguos correligionarios, hoy al frente de la Unión Cívica Radical, le formularon acerbas críticas, recordando sus declaraciones contra el régimen imperante y especialmente sobre la política roquista. Jorge Brown Arnold, Op. cit., p. 239 y ss.


24 Entre el hijo y el padre se cambiaron cartas, donde la noble generosidad del hijo puso en evidencia el estéril egoísmo del padre.


25 Carlos Pellegrini Op. cit, t. III, p. 240.


26 La policía detuvo a F. Castañeda Vega hallándole cartas comprometedoras de Leandro N. Alem para Juan Pose y correligionarios de Santiago del Estero, La Nación, 3-IV-1892.


27 Leandro Alem, Oscar Liliedal, Víctor Molina, Martín Torino, Guillermo Leguizamón, Francisco Barrotaveña, Martín Irigoyen, Joaquín Castellanos, Juan Posse, Marcelo de Alvear, Adolfo Saldías y numerosos oficiales del ejército. Alem resistióse a la orden de arresto invocando su privilegio de senador; pero cedió a la fuerza y después de consultar con Lucio López y Del Valle fue conducido a bordo de “La Argentina”. La Nación, 8-IV-1892.


28 En la Capital se cierran El Argentino, Sud América, La Defensa del Pueblo, El Censor, y Don Quijote. En Rosario, El Municipio; en Santiago del Estero, El Pueblo; en Tucumán, El Orden; en Santa Fe, La Unión Cívica y numerosos periódicos de la campaña. Jorge Brown Arnold, Op. cit., p. 266.


29 La Nación, 5-IV-1892. Su carta de San Fermín del 3-IV-1892.


30 Paul Groussac, Op. cit. y p. 254. Alem, Irigoyen y Castellanos afirmaron que no existía tal complot con los caracteres que el Poder Ejecutivo lo había definido. Existía con otro carácter la conspiración latente y el propósito revolucionario que se preparaba para producirlo en una fecha posterior.


31 El Manifiesto del comité de la Unión Cívica Radical fue publicado por El Argentino, que se editó el día de la elección cuando se levantó el decreto de estado de sitio. Jorge Brown Arnold, Op. cit; p. 269 y ss.


32 La Nación, periódico que sostenía la política del acuerdo, comentaba al día siguiente de los comicios que “el triunfo no despertaba los febriles entusiasmos de otras veces, aunque haya sido el triunfo de la razón nacional” (11 de abril de 1892).


33 Paul Groussac, La Biblioteca, 1896, t II, p. 605.