Lecciones de Historia Rioplatense
Elío y Liniers
 
 
Repasemos ahora los acontecimientos ocurridos en España y el Río de la Plata, durante el tormentoso año de 1809.

Bonaparte, después de Bailén, resuelve ponerse al frente de sus tropas para terminar, él mismo, la campaña que se prolongaba. Las águilas imperiales logran victoria tras victoria, ocupando rápidamente posiciones y reconquistando provincias enteras. Consecuencia: el rey José Bonaparte volvió a instalarse en Madrid, mientras las huestes de Wellington tuvieron que retirarse. La Junta Central se refugia, así, en Andalucía.

Estas noticias llegaron al Plata cuando la escisión de Buenos Aires y Montevideo era un hecho consumado. Elío, como se ha dicho, había formado Junta autónoma separándose de la Capital. Pero como temía no sin fundamento la caída de España, para sostener su posición resolvió recurrir a la Corte portuguesa que le ofreció ayuda por intermedio de Souza Coutinho. Entraba así, don Javier, en la órbita del juego lusitano dirigido por Lord Strangford, colocándose frente a Liniers; es decir, a favor de Inglaterra.

Los criollos, victoriosos en 1806 y 1607, debieron condenar esta actitud de embanderamiento beligerante análoga a la del virrey, amigo de los bonapartistas. Ante postura tan comprometedora, Liniers elevó protesta formal amenazando con una expedición para reconquistar Montevideo y someterlo a su jurisdicción. Pero bien pronto calmáronse sus energías. La autoridad metropolitana con sede en Sevilla, después de examinar el proceso incoado a raíz del movimiento del primero de Enero, resolvió —para apaciguar los ánimos— quitarle el mando a cambio de una retribución anual de 6.000 pesos fuertes que le pasaría el Cabildo de Buenos Aires. En su reemplazo, la Junta Central nombró a Baltasar Hidalgo de Cisneros —destacado marino y héroe de la batalla de Trafalgar— que .había quedado sordo de un oído en la acción. El nombramiento fue hecho con fecha; 16 de Febrero de 1809.