desde 1900 hasta 1992
escándalo del Palomar
 
 

Con motivo de una denuncia del senador Benjamín Villafañe, la Cámara a que pertenece forma una comisión investigadora, presidida por el legislador socialista Alfredo Palacios e integrada por el mendocino Gilberto Suárez Lago (conservador) y el riojano Héctor González Iramain (también conservador, ex socialista independiente).


El caso a investigar consiste en una compra de terrenos, realizada por el ministerio de Guerra para ampliar el Colegio Militar, en El Palomar. Y las conclusiones de la investigación son terminantes: se trata de un negociado que involucra al presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados (conservador) y a 3 diputados radicales (uno “yrigoyenista†y dos “antipersonalistasâ€), amén de mucha más gente que ha actuado valiéndose de personeros y cuya identidad en definitiva no se establecerá. La responsabilidad alcanza al presidente Ortiz y al ministro Márquez, si bien todo indica que ninguno de ellos se ha beneficiado personalmente con la maniobra. Consitió ésta en pagar $ 1,10 el metro de tierra, ofrecida por sus dueños a $ 1 y tasado en $ 0,19 por la Dirección Nacional de Ingenieros. Para peor, la adquisición no habría sido necesaria pues, concretada la misma, los terrenos fueron alquilados a terceros y en ellos se instaló un tambo.


A raíz de este asunto, el presidente Ortiz (que estaba en uso de licencia por razones de salud) presentó su renuncia, naufragaría el predicamento militar del ministro Márquez (a quien los periódicos nacionalistas comenzaron a llamar “Palomárquezâ€) y se suicidaría un diputado.


La renuncia de Ortiz fue rechazada, pero 7 de sus ministros dimitieron para facilitar la gestión del vicepresidente Castillo, a cargo de la primera magistratura. Como éste dispone de un poder precario, debe realizar múltiples equilibrios para formar su nuevo gabinete, que queda integrado así: Miguel Culaciati (Interior), Julio Roca (Relaciones Exteriores), Federico Pinedo (Hacienda), Guillermo Rothe (Justicia e Instrucción Pública), Salvador Oría (Obras Públicas), Daniel Amadeo y Videla (Agricultura), general Carlos D. Márquez (Guerra) y almirante Mario Fincati (Marina).


Márquez sobrevive en su ministerio, para evitar que las salpicaduras del escándalo de El Palomar alcancen al Ejército, pero sus días están contados. Ortiz ya no reasumiría el mando, al que renunciaría recién en junio de 1942, para morir al mes siguiente. De manera que, con la reorganización de su gabinete en septiembre del 40, Castillo pasa a desempeñar efectivamente la presidencia de la Nación, que asumiera de modo formal en julio de ese año.