desde 1800 hasta 1851
Vilcapugio y Ayohuma
 
 

La victoria de Salta abre nuevamente las puertas del Alto Perú a los soldados argentinos. Belgrano avanza y se establece en Potosí. Desde allí, organiza administrativamente los territorios ocupados. Sin embargo, pronto declinará su estrella, militarmente hablando.



Se encuentra al frente del ejército enemigo el general Joaquín de la Pezuela, un profesional de las armas avezado en su duro oficio. Belgrano marcha contra él y es derrotado el 1º de octubre de 1813, en Vilcapugio. Reorganiza su tropa, recibe refuerzos y vuelve a dar batalla en Ayohuma, el 14 de noviembre. Nuevamente será vencido.





















Entre las batallas de Vilcapugio y Ayohuma tiene lugar un golpe de mano, que no incidirá en la campaña pero que ha de recordarse en homenaje a sus bravos protagonistas. Me refiero a la sorpresa de Tambo Nuevo. Ocurrió que un oficial de Belgrano –Gregorio Aráoz de Lamadrid– recibió por misión observar las fuerzas realistas.



Adelantó para ello a tres suboficiales que, luego de aproximarse sigilosamente en plena noche, dieron con una compañía enemiga que descansaba. Actuando por iniciativa propia, redujeron a los centinelas, se apoderaron de las armas dispuestas en pabellón e hicieron 11 prisioneros. Los “Tres Sargentos de Tambo Nuevo” fueron Mariano Gómez, Santiago Albarracín y Juan Salazar, tucumano el primero, cordobeses los otros dos y todos ellos criollos de ley, precursores de los actuales “comandos”.